El pertiguista catalán Dídac Salas no logró el pasado domingo en Barcelona la mínima para clasificarse para los Juegos Olímpicos de Río, después de que tuviera que utilizar una pértiga prestada, ya que las suyas se perdieron en el vuelo que le trajo desde Amsterdam, operado por Vueling.

El atleta ha explicado que compitió la pasada semana en el Europeo de Amsterdam, donde logró 5,50 en la clasificación y 5,30 en la final, lejos de los 5,70 necesarios para acudir a Río. "No me fue bien y decidí volver a Barcelona el pasado viernes para poder preparar el control que tenía el domingo día 10 por la tarde en el Serrahima", ha relatado el deportista.

Una vez en la capital catalana, Dídac Salas recibió la noticia de que las pértigas no habían llegado y que seguían en el aeropuerto de Amsterdam. "El sábado y el domingo por la mañana volvimos a las oficinas de Vueling en el aeropuerto de Barcelona para ver si estaban ya allí y todo fue inútil", ha señalado.

Las pértigas llegaron el lunes, por lo que el atleta del FC Barcelona participó en el control olímpico para lograr la mínima con las de otro compañero. "Las pértigas de cada atleta son personales e intransferibles y jugarme una mínima de 5,70 con un material que no es el mío es algo muy complicado. Lo intenté, pero no pasé de 5,20", ha aseverado.

Dídac Salas ha recordado que su mejor marca era de 5,60 lograda el año pasado, mientras que este año contaba ya con el 5,50 que logró en el Campeonato de Cataluña. El pertiguista catalán ha recordado que ya no cuenta con otra oportunidad y que en el vuelo de ida a Amsterdam "llegamos con cuatro horas de retraso, pero llegaron las pértigas".

El atleta ha preferido olvidar el incidente y no darle más vueltas al asunto. "Lo único que he podido hacer es presentar una reclamación ¿Qué más se puede hacer?, se ha preguntado".