La valenciana de Turís Elena López es una de las grandes artífices del gran momento que está viviendo la gimnasia rítmica españolaElena López. Desde que Elena y sus compañeras lograran en 2015 una histórica medalla de bronce en el Mundial de Sttugart, el conjunto español no ha dejado de celebrar éxitos y coleccionar medallas en competiciones internacionales, Copas del Mundo... Aquel bronce de Suttgart además llevaba aparejado un suculento premio extra: la clasificación para los Juegos de Río. Para Elena López, Brasil supondrá su segunda experiencia olímpica: «En Londres 2012 logramos la cuarta posición, nos quedamos a un paso del podio y desde luego, que ahora, en nuestra mente está lograr una medalla».

Aunque el podio es el gran objetivo, Elena tiene claro que no hay que obsesionarse: «Sabemos que la gente espera mucho de nosotras y eso es bueno, significa que confían en nuestro trabajo, en nuestro nivel. Pero nosotras no pensamos tanto en la medalla, afrontamos los Juegos con el objetivo de disfrutar una experiencia única al máximo. Estar en unos Juegos Olímpicos es un premio y hay que disfrutarlo. Por supuesto, que queremos hacerlo lo mejor posible, confiamos en nosotras. Sabemos que si hacemos los ejercicios como sabemos, podemos llegar lejos».

Para Elena, las últimas temporadas, en las que España ha demostrado que está entre las mejores, son el mejor aval para afrontar los Juegos de Río: «los resultados obtenidos nos dan confianza, nos han hecho más fuertes, no nos sentimos presionadas, sino ilusionadas». Para Elena, que a sus 22 años tiene ya una larga trayectoria como componente del equipo español, el Mundial de Sttutgart supuso un punto de inflexión: «la medalla de bronce demostró que estábamos a la altura de las mejores, fue una gran alegría, uno de mis mejores momentos en la gimnasia. La verdad es que no la esperábamos».

La gimnasta natural de Turís e integrante del Proyecto FER, entró a formar parte del equipo español de gimnasia rítmica a los 13 años. Sus inicios en este deporte se remontan a su localidad natal, Turís: «una de mis mejores amigas, Alba Lozano, practicaba este deporte y me animó a probar. Me gustó desde el principio. Empecé en el club de Turís y luego ya me fui a Burjassot».

Desde el principio Elena López demostró que era especial, que había nacido para la gimnasia, por lo que los técnicos de la Federación Española no tardaron en echarle el ojo: «Con tan sólo 13 años me fui a Madrid para entrenar ya con el equipo nacional. Los inicios fueron duros, no es fácil alejarte de la familia siendo tan joven pero te acostumbras. Pronto hice nuevas amistades, supuso iniciar otra vida. Desde luego que no me arrepiento. La gimnasia me ha dado mucho».

Desde hace 9 años, el Centro de Alto Rendimiento de Madrid se ha convertido en el hogar de Elena, aunque siempre que puede hace una escapadita a Valencia para ver a su familia: «vivimos en la residencia con muchos más deportistas, es un ambiente bonito, los entrenamientos no nos dejan mucho tiempo libre pero coincidimos en el comedor, en los ratos libres... y compartirmos experiencias», afirma la gimnasta valenciana, a quien, en sus momentos de ocio, como a cualquier chica de su edad, le gusta «ir al cine, desconectar saliendo con mis amigas....». Al igual que Elena, también su familia ha tenido que hacer un gran sacrificio todos estos años: «saben que la gimnasia es lo que más me gusta, me ven feliz y eso es lo más importante». Elena aún no quiere pensar en su retirada del equipo español: «es algo que no suelo pensar, me gusta ir año a año, ir cumpliendo metas poco a poco».

Para Elena López, una de las ventajas del combinado español de cara a los Juegos de Río es su experiencia: «somos un equipo formado por veteranas, llevamos mucho tiempo juntas y eso se nota. La gimnasia rítmica requiere mucha coordinación, y para eso es muy importante conocernos bien».

Llegar a los Juegos de Río ha sido un camino largo y duro, detrás del cual hay un gran esfuerzo y sacrificio: «para que los resultados lleguen no hay otro camino que el trabajo. Entrenamos muchas horas todas los días». Los buenos resultados del equipo español han motivado que el seguimiento de la gimnasia rítmica y la afición a este deporte hayan experimentado un importante crecimiento en los últimos años: «la verdad es que hay mucha afición, cada vez se nos tiene más en cuenta, hay una mayor atención a la gimnasia rítmica por parte del público, los medios de comunicación, las empresas... eso es algo muy positivo». En este sentido, los Juegos de Río pueden ser el mejor acicate para seguir promocionando la gimnasia: «sabemos que si hacemos un buen papel en los Juegos puede ser muy beneficioso para que se conozca aún más este deporte».

Para Elena, el gran seguimiento que tuvo la Copa del Mundo celebrada el pasado mes de junio en Guadalajara, es un claro ejemplo de la creciente importancia que se le está dando a la gimnasia: «en Guadalajara vivimos una experiencia inolvidable. La afición vibró con nosotras, nos apoyó muchísimo. Las entradas se agotaron en unas horas, fue muy bonito». Para Elena López, su elemento favorito son las cintas: «es el que más me gusta aunque también es uno de los más difíciles junto con las mazas».

Elena López se ha convertido ya, por derecho propio, en una de las grandes embajadoras de Turís, localidad en la que desde 2014 cuenta con una calle con su nombre: «Una de las cosas que me ha ayudado a seguir adelante es sentir el cariño de mi pueblo, de tantas personas jóvenes y mayores, incluso que no conocía, y que me han parado durante estos años por la calle para animarme», destacaba en el acto de inauguración de la calle.

Ahora, su objetivo es volver dentro de unas semanas a su localidad con una medalla olímpica y brindársela a todos sus paisanos.