La sombra del dopaje atenaza a la halterofilia más que a otros deporte, como prueba que nada menos que once oros, diez platas y trece bronces han caído por sendos positivos en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, según los listas del Comité Olímpico Internacional.

En total, 34 medallas manchadas pero con sus respectivos honores en el podio que no pudieron disfrutar en su momento cuartos clasificados como la española Lydia Valentín, oro en Londres cuatro años despuésLydia Valentín, oro en Londres cuatro años después, una vez las tres medallistas fueron desposeídas de la gloria por tramposas.

Toda una lacra que da rabia a Emilio Starlik, el valenciano que preside la Federación Española de Halterofilia, y que en declaraciones a El Confidencial confesó las sospechas que le asaltan en cada competición: "Ves a Lydia con su voz de mujer, femenina, pero también a chicas que se acaban de afeitar por la mañana y tienen la voz más gorda que yo. Sabiendo eso y la cantidad de kilos que mueven, por lo menos sospechas. No lo puedes afirmar, pero sospechas".

"Queremos que, en cuanto tengamos aquí las medallas y todo esté acordado, se haga un acto en el Comité Olímpico que sirva para paliar un poco la ausencia de esa experiencia. Ya tuvimos una alegría enorme en Brasil, imagínate lo que hubiese sido con el oro en Londres", añadió Starlik sobre el bronce que ganó la mejor haltera española de todos los tiempos. "Hay países que no utilizan el dopaje y están arriba, nosotros estamos cada vez más arriba y eso demuestra cosas".