La San Silvestre de Cheste que se celebraba el pasado lunes, 26 de diciembre pudo terminar en tragedia. Lola Grau, una corredora de Chiva de 46 años, corría empujando el carrito en el que iba su sobrina de 2 años, cuando un coche se coló en el recorrido de la carrera: "era una calle de una sola dirección, el coche se puso detrás nuestro, le hacíamos señas para que esperase un poco, no nos podíamos apartar porque había mucha gente y además íbamos con el carro", explicaba a SUPER, Lola, una experimentada corredora integrante del CA Puçol y del CA Marjana que corría la San Silvestre Chestana junto a su nuera y su hijo: "íbamos de los últimos, en plan lúdico, las San Silvestres son carreras muy familiares, hay muchos niños, familias enteras, gente que va andando...". El conductor del coche, sin embargo no quiso esperar y arrollaba a Lola que caía al suelo: "el coche me golpeó en la pierna y me caí, fue horrible, porque veía el coche encima de mí y no sabía si me iba a pasar por encima. Lo pasé muy mal, la pierna se me enganchó en la parte delantera del coche. Menos mal que no alcanzó al carrito donde iba mi sobrina, podría haber sido una tragedia".

Lola Grau fue atendida inmediatamente tras el atropello: "enseguida llegó la policía, protección civil... detuvieron al conductor y a mí me llevaron al ambulatorio".

Afortunadamente todo quedó en un gran susto y en un fuerte golpe: "me duele la pierna izquierda, tengo un golpe en el gemelo pero puedo andar y estoy bastante bien. Eso sí, durante una temporada no podré entrenar", destaca Lola Grau que no se explica cómo pudo suceder algo así: "le hiceron las pruebas de alcoholemia y drogas al conductor, un vecino de la zona de 50 años y dio negativo. No entiendo cómo pudo hacer algo así. Además, por lo que dijeron, vivía muy cerca de allí, conocía la zona y sabía que tan sólo unos metros más adelante había una zona por la que podía abandonar la calle y alejarse del recorrido de la San Silvestre. Es incomprensible".

La corredora de Chiva destacó el buen trato recibido por parte de la policía local y el voluntariado de la prueba: "me atendieron inmediatamente". También el alcalde de Cheste se puso en contacto con ella tras la prueba para interesarse por su estado.

Lola Grau, además de ser una asidua a todo tipo de carreras, tanto de asfalto como de montaña, tiene también experiencia en la organización: "en mi pueblo, ´Chiva, colaboro siempre en la organización de las carreras. Sé lo importante que es cuidar la seguridad al máximo. En este sentido quiero destacar la labor que hacen los voluntarios". Tras participar en muchas pruebas no imaginaba que el mayor peligro de su carrera lo pasase en una San Silvestre: "los corredores estamos siempre expuestos, no es como otros deportes en los que estás más protegidos. Hay que ir siempre con mucho cuidado".

Por desgracia, los casos de atropello son relativamente frecuente en el mundo del deporte. El colectivo más afectado es el ciclista.