Ni las bajas temperaturas registradas en la tarde de ayer consiguieron arruinar la que es la gran fiesta del atletismo en Valencia, la San Silvestre. Se trata de una carrera distinta a las del resto de la temporada, en la que la diversión y la solidaridad están por encima de los resultados.

Más de 18.000 corredores, de los que aproximadamente el 54% eran mujeres, tomaron parte en esta prueba ataviados en su mayoría con vistosos disfraces o motivos navideños, convirtiendo el centro de la ciudad del Turia en un pequeño carnaval. Este espectáculo reunió a miles de asistentes que, invadidos por el espíritu navideño, no quisieron perderse este espectáculo. Además, animaron a los participantes desde los márgenes del recorrido, que constaba de 5.300 metros de longitud total y que transitaba por las principales arterias de Valencia, arrancando desde la Estación del Norte y completando el anillo interior de la ciudad -Guillem de Castro, Blanquerías, Paseo de la Ciudadela, plaza América, Navarro Reverter, La Paz y San Vicente-, para finalizar en la misma plaza del Ayuntamiento.

El más rápido en completar este circuito fue Víctor Ruíz, al hacerlo en 14 minutos y 49 segundos. Este resultado fue toda una sorpresa ya que este atleta es especialista en velocidad, más concretamente en la prueba de 800 metros. En el cuadro femenino la atleta que se llevó la victoria fue Laura Méndez.

Diversión y solidaridad

Esta prueba, además de una finalidad deportiva y festiva, tiene un alto componente solidario. Tanto es así, que el beneficiario de la recaudación de las inscripciones -de 1 euro- es la Casa Ronald Valencia, una de las cuatro casas de acogida que la Fundación Ronald McDonald tiene en España. La Casa Ronald Valencia ha acogido desde su inauguración en 2013 a más de 650 familias que por enfermedades graves o de larga duración de sus hijos, se han visto obligadas a trasladarse a Valencia para ser tratados.

Otra asociación presente cada año en la San Silvestre de Valencia es la Phelan McDermid, que con una multitudinaria convocatoria y disfrazados de un modo muy vistoso, quieren darse a conocer para poder recaudar fondos para esta enfermedad rara que padecen cerca de 100 niños en España y 10 en la Comunitat Valenciana.

De este modo la San Silvestre es capaz de unir en una misma prueba: deporte, competición, solidad y una gran fiesta de fin de año.