Hemos llegado a Río Cuarto, última parada antes de llegar a Buenos Aires. Solo nos espera una corta cronometrada de apenas 60 km, y luego para rematar otros 600 km por carretera para llegar al final de este Dakar. Este viernes he notado ya bastante cansancio mental. Llevo cuatro días abriendo pista, y esto supone un sobresfuerzo. Hay que estar muy atento. Por ejemplo, cruzábamos una zona con mucho público, y esto también es una preocupación más, aquí son muy apasionados y se acercan mucho a la pista para animarte. Y había otros kilómetros con muchos animales. A pesar de todo me he divertido y en la segunda parte de la especial he apretado. Eran las clásicas pistas de World Rally Car, rápidas y técnicas. Ponemos punto final a un Dakar atípico, con pocos kilómetros de especiales cronometradas y muchos de enlaces por carretera. Creo que la organización tendrá que replantearse algunos aspectos.

Más opiniones del diario de Joan Barreda.