El patinador español Javier Fernández reconoció este sábado haber tenido un mal día en los Campeonatos del Mundo de patinaje artístico de Helsinki, en el que defendía el título, lo que hizo que se quedara fuera del podio y acabase en la cuarta plaza.

"Somos humanos, no siempre se puede hacer perfecto. Cuando salí a la pista estaba supernervioso, estaba que no podía ni sostenerme", señaló en una entrevista con EFE el quíntuple campeón europeo y doble campeón del mundo.

Fernández, quien lideraba la clasificación tras el programa corto, salió el último a la pista con menos seguridad de la que es habitual en él y cometió varios errores que acabaron pasándole factura.

"Hoy no ha sido el día. Ha sido un día complicado y difícil desde el principio. Ha sido una competición diferente de como suelen ser, con poquitas horas entre el entrenamiento de la mañana, que ha sido muy temprano, y la competición, que no ha sido por la tarde-noche como es habitual", dijo.

"Yo no estoy acostumbrado a hacerlo así. Pero, bueno, sigue siendo una competición y tengo que aprender que los horarios pueden ser diferentes. Normalmente antes del programa largo me echo una siesta y este sábado no he podido", añadió.

Además, el hecho de competir el último en el programa largo hizo que tuviera que mantenerse caliente durante 45 minutos y que saliera a la pista conociendo las notas de todos sus rivales.

"Eso también ha podido influir en mi mente a la hora de competir, ya que Yuzuru (Hanyu) había logrado una nota abismal. La he escuchado y he empezado a pensar si la podré batir o no. Parece una tontería pero es algo que tienes en la cabeza dándote vueltas", dijo.

Eso, en su opinión, hizo que saliera a la pista con otra mentalidad distinta de la que acostumbra. "En vez de salir a comerme el mundo salí a ver qué podemos hacer", dijo.

Sin perder la sonrisa, Fernández afirmó no sentirse decepcionado de su actuación. "El no haber patinado bien es mi culpa. No hay nada a lo que pueda echar la bronca", dijo, y añadió que habrá muchas ocasiones de resarcirse en futuras competiciones.

"Este resultado me quita un poco de presión, sobre todo para la temporada olímpica, porque el año que viene ya no estarán todos lo ojos puestos en mí y podré estar algo más relajado", dijo.

También le quitó importancia al hecho de no haber logrado siquiera alcanzar el podio, porque "si no puedes defender tu título, te da un poco igual que hayas quedado tercero, cuarto o quinto".

"Ahora mismo no estoy ni triste ni disgustado, porque sé que lo que he hecho lo he hecho yo, pero un segundo o tercer puesto tampoco me hubiese dado más", aseguró.

En este sentido, dijo que este resultado le motiva para entrenar aún más duro en el futuro, como ya le ocurrió después de quedarse sin medalla en las Olimpiadas de Sochi.

"Después de las vacaciones, cuando coja la energía para entrenarme durante semanas y meses, no me va a parar los pies nadie", afirmó.

El ganador y vigente campeón olímpico, el japonés Yuzuru (Hanyu), tuvo un bonito detalle con el patinador español y vino a animarle a la zona mixta, donde le abrazó y le entregó -durante unos momentos- su medalla de oro.