Hace siete años un toro le arrebató la pierna izquierda en las fiestas de su pueblo, Puçol. Para Juanjo López, ´el Penyo´ acababa su trayectoria como recortador taurino pero era el comienzo de una carrera deportiva en la que, desde entonces, fiel a su lema ´cualquier cosa que se quiera se puede conseguir´, no ha dejado de superar barreras y coleccionar gestas. La última, el pasado fin de semana, al convertirse en el primer español amputado que logra finalizar un ultra. Lo lograba al cruzar la meta de la prestigiosa Transvulcania canaria en 16 horas, 9 minutos y 41 segundos tras 74 kms y 4.350 m. de desnivel positivo.

«Ha salido todo perfecto, ha sido increíble», así definía Juanjo López en declaraciones a SUPER la experiencia vivida en La Palma, donde culminaba el reto de convertirse en el primer finisher con una sola pierna de uno de los considerados como ultras más duros del mundo: «Me encontré muy bien durante toda la carrera, incluso fui dosificando mucho el ritmo, sin forzar. Creo que podía haberla hecho en 2 ó 3 horas menos pero tenía muy claro que el principal objetivo era acabar», destaca el corredor de Puçol, a quien sus últimas experiencias en el Maratón de Espadán y el Mamova, pruebas en las que se tuvo que retirar por sendas caídas, le llevaron esta vez, a adoptar una táctica más conservadora.

La Transvulcania, con sus más de 8.000 m. de desnivel acumulado y 74 kms es uno de los ultras más exigentes. A todas las dificultades de la prueba, para el Penyo se unía la de correr con una prótesis: «Es una carrera con muchísimos impactos, que empieza con 20 kilómetros de subida. En total hay 45 kms hacia arriba y luego una bajada brutal. La prótesis me causaba heridas en el muñón, la arena volcánica se nos metía en las zapatillas..., pero mi mayor preocupación era no caerme. Mucha gente no confiaba en que lo lograse, pensaban que me retiraría antes».

Para Juanjo López fue vital en su camino hacia la meta todos los ánimos que recibió a lo largo del recorrido: «Ha sido algo alucinante. Cada vez que llegaba a un punto de control era como cruzar la meta, el speaker me anunciaba con tiempo, la gente me esperaba para aplaudirme, animarme...». Pero especialmente emotiva fue la entrada en meta, ya de noche y tras más de 16 horas de duro esfuerzo: «Eso ya fue una locura, me recibieron con muchos más honores que al ganador. Muchos me decían que esta edición será recordada com la ´Transvulcania del Penyo´». El deportista valenciano destacó el respaldo recibido por parte de la organización: «Hace seis meses me propusieron participar y no me lo pensé. Me han tratado genial, me han dado el mismo trato que a los atletas elite. El año que viene, desde luego, tengo pensado volver», destaca ´el Penyo´ que ya planifica sus próximos desafíos: «En Canarias me tienen mucho cariño por eso también me he comprometido ya a participar en la Tenerife Blue Trail de 65 kms y también el 30 de septiembre quiero hacer en La Palma la Transvulcania Bike», afirma El Penyo, que de momento, guarda las zapatillas de correr y abre temporada de agua: «Ahora me voy a centrar en el Circuito de Aguas Abiertas», afirma el valenciano que también se plantea correr en noviembre el Maratón Valencia Trinidad Alfonso. El Penyo ha logrado escribir su nombre en la lista de grandes gestas del deporte adaptado emulando a Amy Palmero, una estadounidense que en 2010 se convirtió en la primera amputada del mundo en terminar un gran ultratrail, al completar las 100 millas del Western States.

Para prepararse para la Transvulcania, el valenciano, junto a su entrenador, Xavi Munera, ha seguido un plan combinando carrera a pie y natación: «Para que el muñón no sufra no le puedo meter mucha carga, eso me impide hacer entrenamientos muy largos. Para suplir esto, he trabajado también mucho el fondo con la natación».

Un accidentado regreso

Para Juanjo el único punto negativo fue el regreso a casa: «Ha sido un viaje complicado. En el avión, en pleno vuelo se murió de un infarto una mujer que viajaba con su hija y con su yerno, también participante en la Transvulcania, y tuvimos que regresar a Tenerife. Eso hizo que perdiese la conexión y llegué mucho más tarde de lo esperado».