La badalonesa Mireia Belmonte ha conseguido la medalla de plata en los 1.500 libre, con récord de España incluido, tras finalizar por detrás de la todopoderosa Katie Ledecky, lo cual supone la tercera medalla de la delegación española en este Mundial de Budapest, tras las dos de plata logradas por Ona Carbonell.

Se trata de la cuarta medalla de la badalonesa en unos Mundiales después de las tres conquistadas en Barcelona 2013, cuando logró dos platas (200 mariposa y 400 estilos) y un bronce (200 estilos).

Belmonte ha nadado en (15:50.89). El oro ha sido para la estadounidense Katie Ledecky (15:31.82) y el bronce para la italiana Simona Quadarella (15:53.86).

La española nadó con mucha inteligencia en una carrera en la que nadó por la calle cinco y se aprovechó de la referencia que le daba la transalpina, ya que Ledecky nadó toda la prueba en solitario.

Los 1.500 fueron desde el principio tres carreras. La de la estadounidense, sola por delante, la de cinco aspirantes a dos medallas -la china Hou Yawen, la húngara Boglarka Kapas, Belmonte, Quadarella y la chilena Kristel Kobrich- y la de la nadadora de Liechtenstein Julia Hassler y la local Ajna Kessel que pugnaban por eludir la última plaza.

Hasta los 650 metros, las cinco perseguidoras de Ledecky fueron juntas y a partir de los 900, la italiana aceleró, Belmonte se dio cuenta y la china y Kapas se fueron quedando poco a poco.

La húngara era la principal amenaza de la española, ya que tenía mejor marca personal, pero Belmonte tenía controlada la situación. Nadó unos cuantos 50 a 32 segundos, sostuvo el ritmo y respondió al ataque de la italiana para nadar en 31 bajos y en el último 50 nadó por debajo de 31.

El panorama se aclaró para la badalonesa en los últimos 250 metros. Belmonte aceleró y la italiana ya solo pudo mantener su ritmo para asegurarse la medalla de bronce.

Tocó primera Ledecky (15:31.82) y 19 segundos después lo hizo Belmonte. La española batió el récord de España que estaba en su poder desde 2014 en 6.40 segundos, una barbaridad.

Cuando Belmonte se supo plata, miró hacia el marcador, sonrió por la gran marca y la inexpresiva Ledecky le felicitó. Es la tercera medalla de España en este Mundial, la primera de la natación en línea y la cuarta suya en un Mundial tras las tres conseguidas en Barcelona 2013. La española acumula cuatro medallas olímpicas, cuatro en Mundiales y trece en campeonatos de Europa.