El ciclista español del Sky Team Mikel Landa ha ratificado hoy su condición de máximo favorito para la victoria final en la Vuelta a Burgos tras adjudicarse la primera etapa y enfundarse el primer maillot morado.

El ciclista vasco ha sido el mejor en las rampas del Castillo de la capital burgalesa, llevándose la victoria con un tiempo de tres horas, 25 minutos y 58 segundos y aventajando en dos segundos a Segei Chernetski y en tres a Julian Alaphilippe tras una etapa de 152 kilómetros que el SKY ha gestionado a la perfección.

Tras varias intentonas, poco tardó en formarse la fuga de la jornada, una escapada formada por 14 corredores en la que estaban presentes Marc Soler (Movistar), Tao Geoghegan (SKY), Nikita Stalnov (Astana), Pieter Serry (Quick Step), Benjamin King (Dimension Data) o David Arroyo (Caja Rural).

El buen entendimiento entre todos ellos, sumado a la permisividad del pelotón, hizo que la fuga alcanzara ventajas de más de 4 minutos en el primer tercio de la etapa. Sin embargo, la exigencia de la carretera, con constantes repechos, motivó que la fuga fuera perdiendo efectivos y ventaja a partes iguales.

Por detrás, el pelotón continuaba a lo suyo, consciente de que las diferencias se movían siempre en horquillas manejables y que el viento no hizo los estragos que muchos se temían al inicio de la jornada.

Así, a falta de 35 kilómetros, el Roompot, que había estado dejándose ver en todo momento por la cabeza del pelotón, comenzó a tirar con fuerza del grupo, aprovechando el trazado favorable para neutralizar la fuga por la vía rápida antes de entrar en el circuito urbano, caracterizado por su complejidad técnica y por una doble ascensión al Castillo de la capital provincial.

En ese escenario, poco tardaría el pelotón en alcanzar a los escapados, que acabaron tirando la toalla a falta de 22 kilómetros de meta.

Entonces se abrió otro escenario bien diferente en la carrera, con un contexto de nerviosismo y lucha por entrar en Burgos bien posicionado, momento en el que Gatis Skumulis aprovechó para intentarlo desde lejos, alcanzando ventajas de hasta 17 segundos que acabaron siendo insuficientes ante el ímpetu del SKY al frente del pelotón.

Estaba claro que el conjunto británico quería asestar el primer golpe de la carrera y así acabó siendo. Ya en el primer paso por el alto del Castillo, los hombres del SKY, liderados por un intratable Mikel Landa, asumieron el protagonismo.

Eso sí, casi nadie esperaba el golpe del ciclista vasco, que tras coronar acabó marchándose por delante acompañado de Sergei Chernetski (Astana), Matteo Trentin (Quick Step) y Norman Hasen (Aqua Blue), ganando el terreno suficiente como para alcanzar el segundo paso por el Castillo con la ventaja necesaria como para jugarse la victoria con sus tres compañeros.

Al final, un demarraje a falta de 200 metros fue suficiente como para que Landa se adjudicara la etapa y, de paso, se vistiera de líder en la primera jornada, dejando claro su papel de favorito.

Mañana, la ronda burgalesa se desplazará hasta Oña, desde donde partirá una etapa de 153 kilómetros con final en Belorado y diseñada específicamente para los sprinters.