El destino les ha hecho compartir experiencias tanto en la cantera del FC Barcelona como en el BM Benidorm, así como en las selecciones valenciana y española, pero Pepe Oliver y Josep Folqués, flamantes campeones del mundo júnior en ArgeliaJosep Folqués, afrontan ahora separados una temporada en la que se deben consagrar definitivamente en sus Ligas, uno en la división de plata del balonmano nacional con el Torrelavega y el otro en el Fertiberia Puerto Sagunto, ya en Asobal.

Ambos llegaron en la noche del lunes a casa y lo hicieron orgullos por el histórico éxito de los llamados ya ‘júniors de oro’. Una generación que, como la de baloncesto de los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y compañía, ha logrado lo que nunca antes otra selección española de balonmano había conseguido, un Mundial Júnior que se suma también al Europeo de 2016.

El propio Pepe Oliver, quien ya luchó por el ascenso a la Asobal el año pasado con el Torrelavega, destaca que a nivel de selección, «es increíble lo que hemos logrado. En la etapa juvenil fuimos terceros de Europa y cuartos del mundo, pero en júnior, además de ser campeones de Europa y del Mundo, acabamos sin perder ningún partido oficial».

Folqués, al respecto, añade que «somos una generación que tiene un nivel excelente, todos tenemos nivel para jugar en la Asobal y algunos ya están en equipos top». En su caso, tendrá el privilegio de jugar su primera temporada en la Asobal con el Fertiberia Puerto Sagunto tras debutar en la máxima competición nacional años atrás con el BM BenidormBMBenidorm, al igual que Oliver. «El Fertiberia es un equipo muy bueno y competitivo, era una buena oportunidad para seguir con mi desarrollo. Jugar en casa también influye y espero hacer un buen año».

Oliver, sin embargo, sabe que el sueño de volver a jugar cerca de casa tendrá que esperar. «El Benidorm tenía otros dos extremos izquierdos y otros tres pivotes, entonces queríamos ir a un sitio donde tuviéramos más protagonismo para mejorar. Me salió la oferta del Torrelavega, que es un buen equipo y con un gran entrenador. Para volver y no tener suficientes minutos no me conviene, necesito minutos para mejorar y progresar. Si en un futuro se puede volver a la tierra sería una de mis primeras opciones».

De su amistad y su vida deportiva paralela a la de Folqués, Oliver añade que «es como un hermano, hemos vivido 24 horas juntos cuatro años -dos compartiendo habitación y otros dos, piso- y nos llevamos muy bien». Del ilicitano, Folqués añade que «Oliver está a un nivel grandísimo, ha hecho una gran temporada en el Torrelavega y el año que viene sigue allí y le irá bien».

Tras despuntar en la etapa júnior, ahora se plantea nuevos objetivos también, pero sin presión. «Quiero cumplir mis sueños poco a poco, hay que trabajar y trabajar para llegar algún día a la selección absoluta. de momento ya hemos asimilado lo que hemos logrado, somos una generación de oro».

Oliver añade que «cada vez que te levantas de la cama te das cuenta que has cumplido un sueño, sufrimos tanto en la final que la alegría fue doble». Y es que el penalti detenido a tiempo parado y el gol de portería a portería en la prórroga pusieron el broche de oro.