El deporte valenciano se queda sin la que ha sido su mejor nadadora, al menos en las últimas décadas. Merche Peris tenía decidido retirarse tras el Campeonato de España de Tarrasa, pero una inoportuna lesión le ha impedido poner el broche de oro a su larga y exitosa carrera de 24 años. Un pequeño revés para la de Paiporta, aunque huye de lamentaciones y prefiere recordar todos los momentos buenos de su trayectoria deportiva.

Peris asume con naturalidad su lesión y además asistirá al campeonato para apoyar a sus compañeros y, en especial, a su marido Alan Cabello, triple medallista en campeonatos de Europa. «Son cosas que pasan en el alto rendimiento, pero me fastidia porque era mi despedida y no puedo hacer otra cosa. No me he encontrado bien, todos los días me ha dolido la espalda, aunque tampoco me puedo quejar ahora porque he disfrutado desde el minuto uno hasta el último de mi carrera», señala Peris en declaraciones a SUPER.

Sobre su lesión, explica que «en enero empecé a sufrir mononucleosis y al intentar forzar para llegar al Campeonato de España me hice una lesión en la espalda y tengo dos protusiones lumbares. Tuve algo parecido hace unos años y estuve un mes en cama. El viernes pasado tuve que ir al hospital, no podía hacer entrenamiento con potencia, ni ejercicios subacuáticos, ni salidas. No me he podido recuperar a tiempo para esta semana, pero iré al Campeonato de España a vivirlo desde fuera y a animar a mis compañeros y a Alan».

La campeona de Europa de 50 espalda en 2012 recalca que, a pesar de su lesión actual, se retira por voluntad propia y estando aún en la élite de la natación, como lo demuestran sus últimos resultados. «Este año ha sido muy duro por la mononucleosis, sobre todo psicológicamente. No podía correr ni dos minutos y cuando estoy acostumbrada a entrenar siete horas al día, se hace muy difícil. De todas formas, dejo la competición muy contenta, con seis medallas en el anterior Campeonato de España, por lo que me retiro porque yo quiero, no porque esté obligada a hacerlo».

Ahora echa la vista atrás y puede presumir de un gran palmarés de medallas en Campeonatos de España y Europeos, pero hay un recuerdo que le viene a la mente por encima de todos. «El mejor recuerdo de mi carrera, por encima del oro en el Campeonato de Europa, es la presencia en los Juegos Olímpicos de Pekín. Fueron cuatro años de lucha muy fuerte para llegar allí. Y también me llevo con orgullo el hecho de haber superado baches en mi carrera, haber estado 16 años en la selección absoluta y haber conocido muchos países y compañeros desde que participé en el Campeonato de Europa de Piscina Corta en València con solo 15 años».

Con algunos de sus entrenadores de entonces se reencontró también hace unas semanas, en la que fue su última competición al no poder participar en Tarrasa. «Mi último campeonato fue el que disputé del Club Natación Delfín en el Parque Oeste de València . Quería probar mis sensaciones de cara al Campeonato de España de Tarrasa y fue una alegría coincidir de nuevo con entrenadores que yo había tenido aquí hace años».

Desde entonces, tuvo que buscarse la vida fuera, pero ahora quiere volver y ayudar a que los jóvenes tengan más facilidades en València. «Me fui de València justo para los JJOO de Pekín y he estado entrenando y viviendo en Madrid, Barcelona, Tenerife... Después del Don Bosco también competí para el Santa Olaya y desde hace dos años para el CN Sabadell. En el futuro quiero trabajar para ayudar a los niños con varios proyectos. Quiero seguir teniendo un vínculo con el deporte y con la C.Valenciana para ayudar a allanar el camino a los jóvenes y que aprendan los valores del deporte. La gente me dice también que hace falta alguna piscina más de 50 metros en València