El BM Benidorm pierde su magia como local. El efecto Zupo. Desde la llegada del técnico vasco la pasada temporada para lograr la permanencia, nunca había perdido en el Palau L’Illa. El Bidasoa Irún acabó con la racha de los locales y al mismo tiempo rompió su racha negativa y toma aire en la clasificación. El conjunto vasco tuvo una notable actuación colectiva en defensa y en ataque brilló con luz propia el chileno Rodrigo Salinas, autor de ocho tantos, quien en reaparición tras la lesión superó ampliamente a su hermano Esteban en el duelo fratricida que deparaba el partido.

Desde el primer minuto el conjunto vasco saltó a la pista decidido a romper su mala dinámica ante un Benidorm que añoró a su central argentino Simonet, lesionado, y las limitaciones de Robles, lesionado en una mano. Solo los lanzamientos exteriores de Pabán mantuvieron al Benidorm, muy atascado en ataque y blando en defensa, enganchado al partido hasta el arreón visitante en los últimos minutos.