Melo Imai, de 30 años, participó hace doce en los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín representando a Japón, pero una lesión le apartó de forma repentina de la nieve: "Quiero volver al mundo del snowboard, así que trato de no involucrarme en cosas que sean excesivamente pornográficas.

Imai confiesa que comenzó a atrabajar en un bar "donde proporcionaba servicios sexuales", para luego pasar a acudir a fiestas en las que se embolsaba "9.400 dólares en una sola noche".

Llamada por el gusanillo, la actriz porno participó en marzo pasado en el Campeonato de Japón de Snowboard, donde ganó la medalla de oro.