El Levante ya ha ganado el derbi, con independencia del resultado que se produzca mañana. Es mucho el terreno que le ha comido esta temporada al Valencia, que tiene más motivos para mirarse en el espejo del vecino que al revés. En lo que se perfila como el enésimo plebiscito a Emery, el aficionado granota sólo tendrá que ondear la bufanda y presumir de su Eterno Capitán. Allá ellos con sus pañuelos.

Pepinazo Champions

Ahora es el Valencia quien llega al derbi con el miedo en el cuerpo, pues el Levante su trabajo lo tiene hecho y no es en Mestalla donde el premio extra de Europa está en juego. Vale que el ´pepinazo´ de una victoria dispararía las opciones Champions de los azulgrana y sumiría en otro cisma a los chotos. Pero eso es un acicate, no una presión añadida.

Obligado a disfrazarse

El Valencia viene de perder en Holanda ante un equipo cuyo portero es en Costa Rica el suplente del segundo del Levante, sin contar que su ´nueve´ fue rechazado por el presupuesto más bajo de la Liga junto al Rayo —los técnicos estimaron que para lo que costaba, Altidore no daba la talla—. Sirva este dato para radiografiar su estado de ansiedad, no para hacer de menos a un contricante que en la primera vuelta se tomó tan en serio el examen que se puso el disfraz de conjunto menor.

El bonus del éxito

El peor rival del Levante de aquí a final de curso es el Levante. Sobran los motivos para no bajar los brazos. Pese a los dimes y diretes, el vestuario los tiene en alto, aunque sería de ilusos no ver que la tentación de dejarse llevar puede ser grande tras haber batallado por la salvación. Es ahí donde reside la incógnita de si habrá bonus, porque si el equipo compite rondará los puntos necesarios para estar en Europa.Y si no le llegan, igual da. La cuestión es dejar claro que a esta parte de Primado Reig el éxito está asegurado.

Ni para hacerles rabiar

Tres partidos, tres derrotas sin discusión. Es una realidad que pesa sobre la conciencia de los jugadores y el cuerpo técnico. Al primer partido los granotas llegaron con la lengua fuera y al inicio de una cuesta abajo que se hizo eterna, mientras que en los de Copa estaban como para pedir subvención por zona catastrófica. Aunque sin presión, mañana no hay excusa posible para bajar la guardia. Los últimos derbis han llegado en el peor momento para el Levante, salvo este en el que hay tanto canguelo entre los chotos que hasta da cosa hacerles de rabiar.

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