Ni todo es happy ni el Levante se va a Segunda. Mesura antes de emitir juicios sumarios o coger la puerta al segundo gol que te marquen. Es evidente que hay mucho trabajo por hacer, que tal y como reconoció el entrenador conceder tantas ocasiones es preocupante y que el calendario no favorece en nada con Athletic y Barça por delante. Pero a este proyecto de Mendi, del que también hay que elogiar que tuviera a ratos más balón que el de Caparrós en un año completo, hay que darle tiempo. Y, por qué no, algo de cuartelillo mientras ajusta sus piezas y demuestra de qué es verdaderamente capaz ante rivales directos, algo que este buen Villarreal no era. Con la de gracias que se le rieron a su antecesor, no es cuestión ahora de cargar las tintas contra el actual míster ni de pasarse de frenada con lo de la defensa adelantada, que metros y partidos hay para retrasarla si verdaderamente es ése el problema.

Riesgo y personalidad

Sin Juanfran ni Gavilán por lesión más Rafael Martins sin fuelle, Mendilibar demostró personalidad con un once titular en el que tan llamativo fue que estuviera Camarasa como las ausencias de Rubén y Sissoko. El de Meliana fue junto a Simao Mate la mejor noticia para los granotas, que ganarán en recorrido cuando el entrenador considere que los que no jugaron ya se lo merecen, lo cual a su vez desplazará a otros que tuvieron protagonismo más por deméritos ajenos que merecimientos propios. Que la plantilla no ha llegado en un buen pico y que por diversas razones aún no acopla es evidente. Y también que, si se puede estirar el tope salarial, no vendrían mal un par de retoques. A la larga los goleadores marcan las diferencias, sobre todo en equipos llamados a generar pocas ocasiones como es este.

La portería

Sin necesidad de dar un recital, que no fue el caso, Jesús transmitió una seguridad que se agradece. La portería es de salida una posición más peliaguda que la del ´nueve´ y el exmadridista no es Keylor pero está más hecho que Javi Jiménez, al que deportivamente no le conviene tirarse una temporada sin jugar. Y a Mariño hay que destaparlo, así que por ese lado el tema no pinta mal.

El tren de Diop

Entre que si vuelve el Olympiacos o no, la cuestión es que si llega un tren al Levante no lo atropelle. Es de cajón que, con el mercado en la recta final, los relevos que hay mirados no van a seguir ahí siempre y que como llegue otra oferta a última hora ya va a estar otra vez el Belén montado. Deportivamente lo ideal es que Diop se quedara, sobre todo si él quiere, porque de lo contrario mejor sería sacarle algo o al menos que las cosas queden claras.