El tiempo dirá si el Levante cerró o no el mercado en falso, pero eso es una cosa y otra distinta reconocer que la plantilla ha mejorado respecto a la temporada pasada. Que el fichaje del último día fuese un portero que en principio vuelve para ser suplente supo a poco, más allá de lo rocambolesco de la operación. Sin embargo, el chaparrón ya no es por Mariño, sino por los extremos/laterales. El club estaba dispuesto a hacer un esfuerzo por Nagatomo, por el que pasó una suculenta propuesta próxima al millón de ficha, pero finalmente ni ha llegado el japonés, ni el colombiano Cuero ni el valenciano Grimaldo. Ni es la primera ni será la última vez que se falla una operación, que es algo que a unos les ocurre más y a otros menos pero de lo que nadie se salva en el fútbol. Sin embargo, la conclusión de que el plantel ha quedado descompensado por los costados queda ahí, con independencia de que la apuesta sea por un dibujo en el que no son imprescindibles. Faltó rematar el equipo y tampoco hubo ninguna guinda al estilo Maidana pese a lo seriamente que Navarro, el central con mejores condiciones del equipo, llegó a plantearse la oferta del Las Palmas. Precisamente lo más urgente ahora es reenganchar en la dinámica del día a día a todos los jugadores que como el de Port de Sagunt se saben sin el respaldo del técnico. Y también a los que como Jesús, Nikos o Xumetra se quedan por su cuenta y riesgo, ajenos a la profunda criba que ha habido: a día de hoy los nuevos son los que tienen preferencia en el once. Que de los ocho refuerzos más Roger el único por estrenarse sea lógicamente Mariño es sintomático de la vuelta de tuerca que se está dando y de que a diferencia de otras veces apenas se presumen llegadas de relleno. Ésa es la realidad, como lo es también el nivel de dificultad para hacerse con jugadores como Verza, Ghilas, Zou Feddal o incluso Trujillo, por el que el Almería apretó tras escaparse Velázquez o un Sidnei por el que por los pelos no se cometió un disparate. Si pese a rascarse el bolsillo se han cumplido las expectativas es ya diferente debate, harina de otro costal.

A vueltas con el sistema

Las curvas del calendario

Visto lo visto en Las Palmas, el 5-3-2 va a seguir siendo motivo de polémica tanto fuera como dentro. Eso sí, esto no ha hecho más que empezar y hay que apretar porque se avecinan curvas y de las buenas.