Estuvo a punto de no llegar a tiempo, pero Lucas Alcaraz sopló el pasado miércoles la vela de su primer año en el banquillo. En la entrevista que le hizo el club por tal motivo, Alcaraz recordó que el Levante se ha tenido que enfrentar en las nueve primeras jornadas a todos los líderes que la Liga ha tenido hasta ahora: Real Madrid, Celta, Barcelona, Eibar y Villarreal. Aunque hay otras, la coartada del calendario es de las que más se ajusta a la realidad para explicar porqué, salvo hecatombe, el técnico llegará a Mestalla pase lo que pase mañana con la Real Sociedad. Se trata de un cambio significativo comparado con el pie y medio que tenía fuera antes del partido contra el Villarreal. Sin embargo, aunque el grado de alerta haya bajado de rojo a amarillo, la amenaza sigue latente porque seis puntos son poquísimos y con uno menos ya ha caído Herrera en el Las Palmas. Otro de los rivales, por cierto, que ha tenido el Levante. A día de hoy, Alcaraz es una figura sometida a escrutinio constante, aunque es cierto que su sintonía con el club es la misma que antes de haber tenido la soga al cuello. Y también bastante similar a la existente en los tiempos de la renovación automática de contrato. O sea, ninguna.

La refundación, en marchaCambios sí, pero ¿para qué?

No hay debate posible; hay que cambiar la Fundación. Sin embargo, una de las conclusiones de la primera reunión es que no es sencillo hacerlo y que lo primero debe ser definir con qué objetivo se hace. Sobre todo para evitar la poderosa tentación de que el proceso degenere en otra lucha por el poder, tanto para asaltarlo como para conservarlo, ya que las aristas por pulir son todavía numerosas en esta primera fase. Y es que, pese a tratarse del lado de la balanza con más peso, no sólo hay razones para el cambio. ¿De dónde viene la Fundación? ¿Cómo se mantiene?. Y, especialmente, ¿qué habría sido de ella si en lugar de más de 50 millones de euros el Levante hoy fuese aquel club insostenible que llegó a ser allá por 2008?.

Los fichajes están al caerMucho trabajo adelantado

Faltan todavía dos meses para la apertura del mercado de fichajes de invierno y ya hay un refuerzo como Thomas Partey encarrilado y otro como Mauricio Cuero prácticamente cerrado. Es evidente que a veces no hay mal que por bien no venga.

Lea más opiniones de Rafa Marín, aquí

Lea más opiniones de Rafa Marín, aquí