Las Fallas que están a punto de quemarse han sido en clave granota las del Derbi, escenario a vida o muerte de una convincente victoria con la que se ha avanzado más que con todas las anteriores juntas. La explosión de júbilo ha sido total y buena falta que hacía, aunque el partido de esta tarde en Riazor, a muchos kilómetros del meollo de Sant Josep, es el que definitivamente tiene que sacarnos de la duda sobre si se le ganó con tamaña suficiencia al Valencia porque los de Rubi estuvieron bien o los de Neville requetemal. Probablemente las dos cosas, cierto, aunque cuanto más haya de lo primero, mejor saldrá todo contra un Deportivo que ojalá reconfirme hoy la peor racha de su historia en Primera. Además de para reconciliarse con la afición y volver a ser un equipo tremendamente creíble, la última jornada de Liga demostró que mientras vaya haciendo su trabajo, el Levante dependerá de sí mismo para salvarse. Lo que está del todo prohibido es volver a las andadas y deshacer lo adelantado. Para atrás, ni para coger impulso.

Todo lo que esté en la mano: de los fichajes a las primas

No hay duda de que el Levante como club está poniendo todo de su parte para huir de la cremà del descenso. Un fuego que, a diferencia del que devorará esta noche los monumentos, de purificador tiene entre poco y nada. Es momento de hacer cualquier cosa que esté al alcance de la mano -legal, ¿eh?- para conservar la categoría. Es lo que ya se hizo en el mercado de enero dándole un salto de calidad al equipo a base de talonario. Y también antes de la visita del Getafe, cuando tal y como desvelábamos esta semana, se pactó que desde ese partido hasta el último habrá prima por ganar, siempre y cuando se consiga el objetivo a final de temporada. Si el dinero y los bemoles están para las ocasiones, la de ahora bien los merecían. Con el premio gordo de la televisión a la vuelta de la esquina, la permanencia es más clave que nunca y no es cuestión de racanear nada, guste más o menos. Con los cerca de 40 millones en ingresos de la venta centralizada, seguro que a nadie le dolerán prendas por subir el techo de los 2,2 de la pasada. Eso sí, prima había también en El Madrigal, lo que demuestra que no es sólo cuestión de pasta, sino de todo eso que empezó a darse en el Derbi y que hoy se debe coronar en el cierre de las Fallas haciendo padres a todos los granotas.

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