El de Samu García se convertirá este martes en el noveno fichaje y todavía faltarán otros tres más hasta que cierre el mercado, pero el salto de calidad en el regreso a Primera no llegó ayer de las botas de los nuevos sino de los que ya estaban. Después de un ascenso triunfal, Muñiz premió al bloque de Segunda con la titularidad y de paso confirmó así tanto que es un técnico inteligente como que lo mejor a día de hoy que tienen los granotas es una columna vertebral sólida y perfectamente engrasada de la que ir tirando. Jugadores como Lerma y Morales, supervivientes del año del descenso y relativamente apagados el año pasado, tiraron del carro para romper el maleficio de los debuts y dar lustre a las señas de identidad con las que se subió con la gorra. El colombiano estuvo brillante, pero el auténtico superstar fue el bueno de Morales, cuya versión recordó y mucho a la de sus mejores días. Capitán y Comandante, el Moro señaló el camino de la victoria en la primera gran noche de la 17/18.

Más azúcar para el proyectoEn manos del nuevo delantero

De haber tenido el VAR seguramente Álvarez Izquierdo no habría pitado penalti. De hecho da rabia que el triunfo llegara así, con una polémica acción que según el propio protagonista estuvo «ahí, ahí», pero que no debe empañar lo que fue un gran partido del Levante, que a esas alturas había hecho méritos suficientes para ir por delante en el marcador y además sin apuros. Que faltara gol, sin embargo, no fue ninguna sorpresa. Al proyecto, con sus cosas buenas y regulares y tras una pretemporada rara de narices, le falta un nueve y ahí es precisamente donde va a radicar su suerte. Ahora mismo la plantilla granota, a pesar de la innegable acumulación de jugadores de futuro sin experiencia en LaLiga, es superior a la de rivales directos como el Leganés o el Getafe y tampoco tiene nada que envidiar a la de Málaga o Eibar por citar dos ejemplos de equipos a los que poder mojar la oreja si se despistan. Del nivel del delantero centro que sostenga al equipo hasta que por lo menos regrese Roger va a depender que el salto de calidad sea más o menos grande. Es decir, que dé no sólo para salvarse y gracias, sino también para proyectarse hacia arriba y estar así a la merecida altura de un club que con estadio prácticamente nuevo y más de 20.000 abonados, récord histórico, no tiene porqué ponerse techo.

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