Hoy en día un club no es nadie si no trolea el «Se queda». Y es que el tuit de Piqué es una constante fuente de inspiración para todo community que se precie, ya sea el del PSG para darle en los morros al Barça por Neymar o el del Granada al Levante por Adrián Ramos. Porque sí, aunque Tito está en su derecho de mentir por eso de que todo vale así en la guerra como en los fichajes, Carmelo tenía convencido al colombiano. Así que la foto de en el vestuario con Oltra pasándole el brazo alrededor del cuello, of course, iba con bala.

La estrategia con Adrián, que llegó a declararse en rebeldía para forzar su salida, podría salir bien o no, aunque al final ha sido lo segundo después de que tanto el Granada como su muchimillonario dueño cerraran filas exigiendo como mínimo el retorno de la inversión realizada hace unos meses, 10 kilos más tres de sueldo. Con 31 años son cifras imposibles, pero dejando al margen el debate sobre si él lo es, los TOP baratitos no salen nunca.

A la inversa con Lucas Pérez

Nunca tampoco hubo oferta de cesión ni traspaso por Ramos. En eso nadie miente y bien en salud que el club va a curarse públicamente a partir de ahora al hablar de nombres, tal y como quedó claro con las evasivas del jueves en la presentación de Samu. No habrá, por tanto, versión oficial sobre Lucas Pérez, con quien ocurre curiosamente ocurre lo contrario que con Ramos: habiendo ido de cara con el Arsenal, es el futbolista el que da prioridad al Depor. La intentona, que conste, es harto improbable pero no humo ni un bulo como se intentó hacer pasar lo de Larsson. De paso, al poner el taco sobre la mesa, el Levante demuestra tanto que hay dinero para estirarse con el nueve como que no es de los que suelta en el mercado una presa sin haberla peleado hasta la extenuación. Tampoco de los que cambia de objetivo sin tener a un recambio bien preparado, caso de Adama Niane, aunque a este ritmo el malí va camino de desesperarse, consciente de que sigue en la terna pero también de que Tito y Carmelo tienen algún que otro as en la manga y que eso de que «van a pasar muchas cosas» en lo que queda de mercado es muy cierto.

Confianza ciega en el bloque

Además del delantero, al Levante le queda por fichar a un portero que no será David Soria y un central que sí podría ser Marcelo Ferreira. En total tres fichajes con los que apuntalar una plantilla que con Muñiz a los mandos tiene mucho recorrido. Aunque con el bocinazo del día 1 a la vuelta de la esquina lo que toca ahora es hablar de los nuevos, los protagonistas hoy volverán a ser los Morales, Lerma, Toño y compañía que el pasado lunes se salieron del mapa en el estreno liguero.

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