Entre el equipo que tenía un pie en Segunda y el que desde anoche está a menos puntos de Europa que del descenso media un inmenso abismo y tan solo una cara nueva. La de Paco López, responsable de haberle devuelto al grupo la fe en sí mismo y a la afición el orgullo de ser del Levante UD. Con 19 puntos de 24 y un brillante capítulo en la historia escrito de su puño y letra, el club ya está tardando no sólo en confirmar su continuidad, sino en poner los mimbres necesarios para que pueda ser el líder del banquillo a varios años vista. Un técnico así, capaz tanto de sacar resultados como de haber subido el valor de una plantilla que cotizaba tan a la baja como esta, no brota todos los días. Es inevitable pensar en lo que podría haber ocurrido dándole el timón un poco antes... Y es faena del club, también y por si las moscas, haber estado sondeando a otros entrenadores, alguno por cierto de lo más morboso. Se contará, tranquis, a su debido momento. Pero en este momento no es cuestión de nombres sino de un hombre que representa el triunfo de los modestos.

Cosas que son de justicia

El próximo jueves 3, con la permanencia asegurada, por fin va a celebrarse el tan esperado Consejo en el que se dará el pistoletazo al proyecto de la 18/19, en teoría el último completo de Quico como presidente. Entre otras cuestiones de diversa índole, en el orden del día está el tema de pegarle un apretón a la dirección deportiva, tampoco nada del otro mundo. Vamos, pedir las típicas explicaciones por la planificación de un ejercicio con claroscuros en el que antes del relevo en el banquillo el equipo se iba de cabeza al pozo y ahora para Europa si LaLiga dura unas jornadas más. Salvo sorpresa mayúscula, Tito y Carmelo van a cumplir el año que les queda de contrato y, con la esperanza de que hayan aprendido de los muchos errores de bulto cometidos, creo que es de justicia que así sea. Eso sí, vaya por delante que aquí la única verdad es que más de un tercio del Consejo estaba hace nada por la labor de tomar decisiones drásticas y que hasta había un candidato con cierto consenso como sustituto. Pero claro, a ver ahora quién se la juega a ir a contracorriente en esa Bolsa donde los técnicos han ido cotizando en función de los resultados. Llegados a este punto, al club lo que hay que exigirle es que la ratificación sea con todas las de la ley, igual que lo fue la apuesta por SuperLópez cuando propios y extraños nos frotábamos los ojos. Salvados, ver para creer. ¡Grande!

Más opiniones de Rafa Marín.