A ver, que quede claro que las cosas que dicen los clubes de fútbol siempre son oficiales, pero ni van a misa ni tienen porqué ser necesariamente verdad. Ejemplos los hay a porrillo, entre ellos los recientes de Pazzini y Rochina. Dos jugadores cedidos hasta final de temporada por los que según el Levante UD no hay opción de compra, lo cual ciertamente es así, aunque con ambos está todo arreglado para que sigan la próxima temporada. Rochina, a base de ingeniería financiera con el Rubin Kazán, lo hará seguro. Pazzini, en cambio, pese a las facilidades del Hellas Verona, se volverá para allá. De confesiones con Gianluca di Marzio, en un entrevistón en el Ciutat para Sky Sports, Il Pazzo habla sin tapujos del mal rollo que tenía allí y que precipitó que, Quico mediante, al final viniera para acá.

Ni trampa ni cartón

Con el que no hay trampa ni cartón es con Coke, un gran fastidio. El Levante tiene ventaja para quedárselo porque entre él, Carmelo y sus representantes hay feeling y eso, como demuestra el hecho de que hoy sea granota, hace mucho y bien. Pero opción de compra no hay. Si la hubiera, el club estaría ahora en una situación de privilegio con un jugador que a sus 31 años tiene bastante mercado y que igual te puede valer para hacer plantilla que negocio. Hablar sí que hablaron de incluirla, aunque en estos casos Quico sigue siendo tan prudente como cuando en su día se descabalgó del fichaje de Diego Costa por no firmar una cláusula obligatoria de 10 millones que Mendes garantizaba personalmente. Al final, de hecho, fue el propio Coke quien decidió tirar para adelante para cerrarlo rápido y aplazar su continuidad a estas semanas.

Una demostración más

Lo de Coke, como lo de Pedro López o en menor medida lo de Postigo, a 45 minutos de que su renovación pase ya de virtual a oficial, es una demostración más de que se planifica en abril. De eso y de que la versión oficial sobre que Tito y Carmelo tienen un año más de contrato y ya se verá en mayo, sí, es verdad. Pero, como con Muñiz, necesariamente no tiene porqué ir a misa. Si se le gana al Las Palmas, la permanencia será un hecho y aún tendrá menos sentido no dejar las cosas cerradas para bien o para mal. En el Consejo, por cierto, son varios los que tienen claro qué sería lo mejor para el futuro deportivo del club, aunque probablemente ninguno de ellos se atreva por el miedo al qué dirán.

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