Roberto Íñiguez, entrenador del Ciudad Ros Casares Valencia, ha pasado en poco más de cien días de dirigir a un equipo cadete a proclamarse al frente del Ciudad Ros Casares campeón de la Euroliga, la máxima competición del baloncesto femenino europeo.

Nacido en Vitoria el 5 de septiembre de 1967, Íñiguez fue jugador profesional de baloncesto, deporte que comenzó a practicar en el histórico San Viator de la capital alavesa y en el que dio su salto a la elite de la mano del Pamesa Valencia.

Llegó al club valenciano en la temporada 1987-88 y ese mismo año consiguió el ascenso a la Liga ACB.

Con el equipo valenciano jugó dos campañas en la máxima categoría del baloncesto español, en la que acumuló un total de 120 encuentros, ya que también militó en el Murcia y en el Gran Canaria.

Después pasó por varios equipos de categorías inferiores como el Tizona Burgos, el L'Horta Godella y el Ópticas Gandía.

Tras su retirada como jugador, Íñiguez comenzó a trabajar como técnico en las categorías inferiores y de hecho llegó a ser el coordinador del CB Alboraia, ocupaciones que combinaba con su colaboración en varios medios de comunicación en los que, principalmente, analizaba la marcha del Pamesa Valencia.

En el verano de 2004, Íñiguez regresó al que fue su primer club en la elite para hacerse cargo del recién creado equipo de la Liga EBA, al que ha dirigido cinco temporadas y por el que han pasado jugadores como Víctor Claver, jugador del primer equipo del club, Albert Fontet, pívot del CAI Zaragoza, o José Simeón, base del Lleida de la Adecco LEB Oro.

Este verano, el técnico vitoriano dejó el filial del club valenciano para hacerse cargo del equipo cadete A de la entidad y del junior B, dos conjuntos que tenían muchos jugadores comunes y la misma rutina de trabajo. Además, Íñiguez trabajaba aspectos de técnica individual con algunos de los jugadores más destacados de la cantera del Valencia Basket.

El 15 de diciembre de 2011, hace hoy 110 días, el técnico aceptó el ofrecimiento de Carme Lluveras, directora general del Ciudad Ros Casares, para hacerse cargo de la primera plantilla en sustitución de Natalia Hejkova, a la que el club había destituido la noche anterior a pesar de la buena trayectoria que llevaba el equipo.

En la rueda de prensa de presentación de Íñiguez, Lluveras explicó que buscaban un mejor trabajo en el "día a día del equipo" e Íñiguez pasó de estar al frente de un equipo de adolescentes a dirigir a la mejor plantilla de la historia del Ros Casares y, al mismo tiempo, a una de las mejores plantilla del baloncesto europeo.

En estos tres meses, la trayectoria de Íñiguez el frente del equipo valenciano ha sido casi perfecta. El Ros Casares mantuvo la condición de invicto en la fase regular de la Liga Femenina, y mejoró su trayectoria en la Euroliga, en la que ganó los ocho encuentros previos a esta fase final de Estambul.

Sin embargo, en este corto periodo también ha habido tiempo para decepciones, alguna de ellas bastante considerables. Su equipo disputó hace menos de un mes la Copa de la Reina, competición para la que era claro favorito, y en la que alcanzó la final pero, inesperadamente, la perdió ante el Perfumerías Avenida de Salamanca.

El equipo valenciano se bloqueó por completo y tras ese encuentro Íñiguez se declaró el "único" responsable de una derrota que semanas después pidió que sirviera de estímulo para esta fase final de la Euroliga en la que el técnico vitoriano se ha 'doctorado' y ha conseguido el primer gran título de su carrera como entrenador.