La amistad con Ferrero y el trato «fantástico» que desde hace años ha encontrado en Equelite llevó a Maria Sharapova (Nyagan, Rusia, 1987) a querer «descansar y compartir con ellos este triunfo». La rusa recuerda que el primero que creyó en sus posibilidades en Roland Garros fue el tenista de Ontinyent. «Hace dos años Juan Carlos me dijo que pensaba que con pequeños ajustes en mi juego podría ganar Roland Garros. Creo que esto no lo pensaba mucha gente más», confesó la tenista rusa en declaraciones a SUPER.

La nueva número uno mundial ha trabajado desde hace años en Villena para mejorar especialmente su juego sobre tierra batida, gracias a los consejos de todo un especialista, como explicó: «Cuando vine por primera vez a la Academia de Juan Carlos él era el mejor jugador del mundo en tierra. Pensé que aquí mejoraría mi juego en esta superficie».

La rusa está radiante de felicidad y aprovechó los días siguientes a Roland Garros para agradecer al equipo de Ferrero toda la ayuda prestada para conquistar «un gran sueño». «Para mí, completar el Grand Slam ganando en París y además volver a ser la número uno es cumplir un objetivo y un gran sueño», dijo.

Sharapova se relajó jugando a pádel con Ferrero y con Nicolás Almagro, con los que compartió cena junto a todo el equipo de la Academia, antes de empezar a preparar la temporada de hierba, con el plato fuerte, Wimbledon, en apenas unas semanas.

La rusa se acordó igualmente de su rival en París. «Me gustaría felicitar a Sara Errani por el gran torneo que ha hecho a pesar de no partir entre las favoritas», manifestó Sharapova, cuyo médico, Nacho Muñoz, es valenciano y su fisio, Juan Reque, también es español.