El año 2102 será inolvidable para los dos mejores tenistas de la historia de la Comunidad Valenciana, ya que mientras David Ferrer firmó la mejor temporada de su carrera, Juan Carlos Ferrero se despidió como profesional en el Valencia Open 500, un torneo que este año obtuvo la renovación de su licencia.

Ferrero, el segundo tenista español que logró encaramarse al número uno de la clasificación mundial, puso fin en noviembre a catorce años de carrera, iluminados por grandes logros como el de la conquista de Roland Garros o la primera Copa Davis de España, aunque ensombrecidos por las constantes lesiones que le lastraron.

El jugador de Ontinyent se retiró con 32 años y un palmarés de dieciséis títulos individuales, entre los que destaca el Roland Garros de 2003, año en el que se hizo con el número uno mundial durante ocho semanas, tras alcanzar la final del Abierto de Estados Unidos, que perdió ante Andy Roddick.

Además ostenta tres Copas Davis, aunque en la retina de la afición siempre quedará la consecución de la primera, en el año 2000 en Sevilla, con el paralelo que le dio el triunfo ante el australiano Lleyton Hewitt y que supuso la primera 'Ensaladera' para el tenis español.

En octubre de este año, en su torneo, el Valencia Open 500, 'El Mosquito' jugó su último partido individual y el destino quiso que lo hiciera ante Nicolás Almagro, su compañero de entrenamiento en su último año y que será su pupilo en 2013.

Además, contó en un acto ceremonial con el apoyo del tenis nacional y mundial, con la presencia en el Ágora de Rafael Nadal, el capitán español de la Copa Davis, Álex Corretja, o de su socio y amigo David Ferrer, entre otros muchos.

Precisamente Ferrer le haría su homenaje particular tras ganar el título en Valencia, sexto de la temporada, que además sirvió de preámbulo al gran triunfo de su carrera, ya que apenas una semana después ganaría en París su primer Masters 1000, un torneo que ningún jugador español había sido capaz de ganar.

El jugador de Xàbia acabó el año como el tenista del circuito con más victorias y por primera vez en una misma temporada consiguió alcanzar al menos los cuartos de final de los cuatro grandes torneos, en los que llegó a la semifinales en Roland Garros y el Abierto de Australia.

Además, ante la ausencia durante gran parte de la temporada de Rafa Nadal, se erigió en el referente del tenis español y cumplió con creces como número uno del equipo de Copa Davis, que perdió en la final ante la República Checa, en la que Ferrer sumó los dos puntos que disputó.

En categoría femenina destacó en este 2012 la irrupción del tenista Tita Torró, quien entrena en la academia de Juan Carlos Ferrero, que ganó seis torneos de la ITF consecutivos, lo que le permitió acabar entre las cien primeras de la clasificación de la WTA, tras empezar la temporada por encima del puesto 300.

La tenista alicantina, de 20 años, forma parte de esa nueva generación de jugadoras españolas en la que se encuentran Garbiñe Muguruza y Lara Arruabarrena, que sueñan con reverdecer laureles en el tenis femenino nacional.

El otro gran acontecimiento tenístico del año en la Comunidad Valencia fue la celebración del décimo aniversario del Valencia Open 500 que ganó David Ferrer y que además supuso la despedida profesional de Juan Carlos Ferrero.

Además, tras la reunión de la ATP en Londres en el pasado mes de noviembre, el torneo valenciano recibió la confirmación de la ampliación de su licencia hasta, al menos, el año 2015.