El suizo Roger Federer se sobrepuso hoy a un primer set en contra y derribó en la Copa de Maestros al argentino Juan Martín del Potro, por 4-6, 7-6 (2) y 7-5, en dos horas y 26 minutos, y se enfrentará este domingo al español Rafael Nadal en semifinales.

Del Potro, que optaba a terminar el año como número tres del mundo si alcanzaba la final en Londres, arrinconó al suizo al inicio del duelo, pero dilapidó después esa ventaja ante el tenista que más veces ha ganado el torneo que clausura la temporada (seis).

Ambos no se podían sorprender hoy mutuamente: este era su tercer encuentro en dos semanas. El argentino le arruinó hace quince días al suizo la final de Basilea, su ciudad natal, por segundo año consecutivo, si bien Federer se vengó pocos días después en los cuartos de final de París Bercy.

A lo largo de su carrera, el helvético ha ganado a Del Potro en 15 ocasiones, aunque en los últimos tiempos el argentino le tiene tomada la medida y le ha tumbado en tres de sus últimos cinco choques.

Del Potro hace tiempo que dejó de sentirse intimidado al enfrentarse a la figura casi legendaria de Federer y hoy saltó a la pista dispuesto a no dejarle espacio para respirar. En tres minutos había roto su servicio y le obligó a empezar el partido a remolque.

Federer aparece este año en Londres con más dudas que nunca, como séptimo de la ATP, la peor posición con la que ha llegado nunca a final de curso, y si no cambia su suerte en la capital británica cerrará el año con una sola victoria, en Halle.

Con todo, a sus 32 años, es el tenista más mayor que acaba entre los diez primeros después de que el estadounidense Andre Agassi lo hiciera en 2005, con 35 años.

Esta tarde en Londres, un Federer con rostro de preocupación estrelló una bola en la red al cuarto de hora del partido con la que cedía por segunda vez su servicio (4-1).

Era un inicio demoledor que recordaba al 2-6 que le asestó Del Potro en el primer parcial en este mismo escenario hace cuatro años. En aquella ocasión, Federer remontó en los dos siguientes sets (2-6, 7-6 (5) y 3-6), y esta vez pensaba repetir la jugada.

El suizo recuperó la lucidez en los momentos finales del primer set, y durante unos minutos tuvo a Del Potro encerrado en su revés en una esquina de la pista.

Durante algo más de media hora, Federer ofreció a los cerca de 15.000 espectadores del O2 Arena de Londres una de las mejores versiones de sí mismo, pero Del Potro seguía mostrando también su cara más agresiva.

En el segundo set, Federer tuvo que forzar la máquina para remontar de nuevo un ruptura hasta llegar a un desempate en el que no dio opciones al argentino, ya más concentrado en dar la estocada final en el tercer set.

El empuje de Del Potro desmoronó a su rival durante unos minutos y llegó a ponerse 3-0 por delante en el parcial definitivo, pero Federer estaba dispuesto a gastar todas las fuerzas que le quedaran en el que podía ser su último partido del año.

Siempre al borde de que el argentino se pusiera por delante, el suizo fue acumulando puntos de mérito hasta que en su primera bola de partido remató a Del Potro con un saque directo.