David Ferrer logró este martes su triunfo número 300 sobre la tierra batida, su superficie predilecta, donde le salieron los dientes y donde ha logrado sus principales éxitos, pero el español aseguró que cada vez le gusta más jugar en pista dura.

"Nos hemos criado en la tierra batida, es la superficie en la que hemos jugado desde niños", aseguró Ferrer nada más derrotar al eslovaco Lukas Lacko por 6-1, 6-3, 6-1 en la primera ronda de Roland Garros.

A sus 33 años, sin embargo, el tenista señaló que cada vez prefiere más la pista dura, menos exigente físicamente, aunque reconoce que aún hoy su juego se adapta mejor a la arcilla.

Por el momento, Ferrer no piensa en el futuro, asegura que sigue teniendo ganas de jugar al tenis y que la retirada no forma parte de sus reflexiones.

"Mientras aguante el físico voy a seguir, no he tenido lesiones graves y eso es importante porque te da regularidad", indicó.

En ese apartado se acordó del argentino Juan Martín del Potro, que por tercer año se perderá Roland Garros por problemas físicos.

"Debe ser muy duro para él. Por suerte no he tenido una lesión tan grave y él lleva dos. Ha demostrado una gran fortaleza mental para volver y ser 'top 4'. Ahora vuelve a estar de baja. Es duro para los espectadores que no pueden ver a un grande y para él, que tiene que sufrir la impotencia de no poder competir. Si me pongo en su lugar imagino que lo debe estar pasando muy mal. Es un gran compañero en el circuito", comentó.

Ferrer dijo no fijarse en las estadísticas y su victoria 300 en tierra batida "es solo un número", aunque reconoció que "son muchos triunfos".

De entre los tenistas en activo solo Nadal tiene más triunfos que él en partidos en polvo de ladrillo.

Ferrer indicó que se encuentra en un buen momento de forma, aunque reconoció que en 2012 estaba mejor.

"El de hoy ha sido un partido relativamente cómodo. En el segundo set ha sacado mejor, me lo ha puesto más difícil pero he tenido el partido bastante controlado. Él ha fallado más de lo normal y poco más que decir. Ha sido un partido rápido", dijo.

Su próximo rival será su compatriota Daniel Gimeno-Traver, verdugo del brasileño Joao Sousa por 7-6(5), 6-4, 6-4.

Ambos tenistas se han medido en tres ocasiones y siempre ha ganado Ferrer, la última este mismo año sobre la tierra batida de Río de Janeiro.