Tres años después de levantar su octavo título en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, el español Rafael Nadal vuelve a ser finalista del torneo, tras fulminar este sábado al alemán Philipp Kohlschreiber, por 6-3 y 6-3, en una hora y 32 minutos.

Su rival en la final de este domingo será el japonés Kei Nishikori, el hombre que le ha sustituido en el palmarés del Godó los dos últimos años, y que no tuvo rival en el francés Benoit Paire, sexto favorito y al que también derrotó por la vía rápida: 6-3 y 6-2.

Nadal cimentó su duodécima victoria ante Kolhsereiber -el germano solo le ha ganado en los cuartos de final de Halle 2013, sobre hierba- en la solvencia que mostró con su servicio.

Hasta en tres ocasiones ganó el mallorquín su saque en blanco en el primer set, que se llevó en cuarenta minutos, tras romper el servicio de su adversario en el sexto juego.

Nadal, que ha recobrado la confianza tras ganar la semana pasada su noveno título de Montecarlo, esta confirmando en Barcelona que se encuentra cerca de su mejor nivel.

Con un tenis agresivo, el exnúmero uno del mundo llevó siempre la iniciativa desde el fondo de la pista y finiquitó la primera manga sin ceder ni una sola bola de rotura.

Lo tuvo mas difícil en la segunda, porque Kolhschreiber, 22 del ránking mundial, mejoró sus prestaciones, especialmente al resto, y opuso más resistencia, minimizando errores para alargar lo que podía cada punto.

Tuvo sus opciones en el quinto juego del segundo parcial, cuando dispuso de la única bola de rotura durante todo el partido para ponerse 3-2 y saque, pero Nadal logró mantener finalmente su servicio y romper dos veces más el de su adversario para cerrar el choque con el segundo 6-3 de la tarde.

La final deseada

La final de este domingo enfrentará al número 5 del mundo contra el número 6, el primer cabeza de serie del torneo contra el segundo, el ocho veces campeón del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó contra el que le ha relevado en el palmarés del torneo las dos últimas ediciones. Rafael Nadal ante Kei Nishikori.

La final deseada en Barcelona se disputará este domingo a las 17.30 horas (horario peninsular), ante 8.000 espectadores -están todas las entradas vendidas-, después de que hoy se cumplieran todos los pronósticos en la penúltima ronda.

Tres años después de levantar su octavo título del Godó, Nadal vuelve a ser finalista del torneo, tras eliminar a dos españoles, Marcel Granollers y Albert Montañés, y a dos cabezas de serie, el italiano Fabio Fognini (12) y el alemán Philipp Kohlschreiber (10).

Tras reconquistar Montecarlo -su primer título de 2016 y el primer Master 1.000 en dos años- Rafa Nadal está dispuesto a hacer mañana lo mismo con el Godó. La mejor manera de decirle al mundo que ha vuelto.

En frente tendrá a Nishikori, que defenderá el título que ha llevado su nombre en 2014 y 2015, años en los que Nadal cedió ante Nicolás Almagro, en cuartos, y Fabio Fognini, en octavos, respectivamente.

Como Nadal, Nishikori busca en Barcelona su segundo trofeo del año tras vencer en Memphis. Y como el balear se ha plantado en la final sin ceder un solo set durante esta semana.

El nipón apenas se despeinó para eliminar al holandés Thiemo de Bakker, el francés Jeremy Chardy (13), al ucraniano Alexandr Dolgopolov (11) y al francés Benoit Paire (6), que hoy le duró poco más de una hora en pista (6-3 y 6-2).

Será la segunda final entre Nadal y Nishikori. La primera también fue en tierra, en el Master 1.000 de Madrid de 2014, pero la misma se vio frustrada porque el nipón tuvo que retirarse lesionado con un set iguales y 3-0 para el español.

También será la tercera vez que verán las caras sobre arcilla. La otra fue en los octavos de final de Roland Garros 2013, donde Nadal venció cómodamente en tres sets.

De hecho, el mallorquín ha ganado ocho de los nueve enfrentamientos con Nishikori, el último hace apenas un mes en los cuartos de final de Indian Wells.

El tenista de Shimane solo ha sido capaz de derrotar al exnúmero uno mundial en los cuartos de final de Montreal 2015, aunque lo hizo, eso sí, sin ceder un solo set.