Novak Djokovic irrumpió en Madrid con la autoridad que se le presume a un número uno, solventó con firmeza el compromiso ante un rival prometedor, el croata Borna Coric (6-2 y 6-4), y progresó en el Masters 1.000 de la Caja Mágica, que aspira a conquistar como hizo en 2011, en la única ocasión que ganó.

El segundo partido de la temporada sobre tierra que jugó el serbio fue, al menos, una declaración de intenciones en una sesión que, además de disfrutar de la reaparición del número uno del mundo, conservó las expectativas sobre David Ferrer, que salió airoso de un duelo espeso, enquistado, ante el estadounidense Denis Kudla, procedente de la fase previa.

El también norteamericano Sam Querrey se destapó como el próximo rival de Rafael Nadal. El japonés Kei Nishikori, el checo Tomas Berdych, el australiano Nick Kyrgios y el español Roberto Bautista también sobrevivieron en el torneo. En el camino se estancaron Feliciano López, Fernando Carreño, Marcel Granollers o Stanislas Wawrinka.

Djokovic exhibió confianza y jerarquía ante Coric. El balcánico, ausente de la arcilla de la Caja Mágica desde hacía tres años, volvió con la intención de borrar su último paso por Madrid: el adiós en la segunda ronda de la edición de 2013, cuando sucumbió ante el búlgaro Grigor Dimitrov.

Con la solidez que le faltó entonces, el balcánico inició la captura de su vigésimo noveno título de Masters 1.000 con una victoria (6-2 y 6-4) que además le reporta su primer éxito de la temporada sobre tierra batida.

Derrotado en su estreno en Montecarlo por el checo Jiri Vesely, el campeón en Doha, Abierto de Australia y de los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami esquivó esta vez en Madrid el tropiezo e inauguró su contador de triunfos sobre polvo de ladrillo.

Satisfecho por el nivel exhibido ante un jugador "joven y talentoso", que con 19 años está asentado en el puesto número 40 de la clasificación masculina, Djokovic explicó que "no" le quería "dar mucho ritmo" a su primer oponente en la Caja Mágica.

"Un jugador joven no tiene nada que perder, así que he intentado dar lo mejor de mí", apuntó.

En el camino hacia su segunda conquista en la Caja Mágica, donde venció únicamente, Novak Djokovic se encontrará con el español Roberto Bautista, verdugo este miércoles de su compatriota Feliciano López en el encuentro que abrió la jornada en el estadio Manolo Santana.

"Espero jugar bien y ponérselo difícil a Djokovic", advirtió el español, quien por segunda temporada consecutiva repite en la tercera ronda del torneo madrileño.

El pasado año le frenó el japonés Kei Nishikori, que sobrevive en Madrid tras superar al italiano Fabio Fognini. El nipón, finalista en este torneo en 2014, tuvo que apurar las tres mangas para deshacerse del transalpino, al que batió por 6-2, 3-6 y 7-5.

El público celebró la continuidad de David Ferrer. Ubicado en la pista Arantxa Sánchez Vicario, la segunda en relevancia del recinto, sufrió el español ante el estadounidense Denis Kudla, un jugador en progresión pero sin repercusión, hasta ahora, en el circuito profesional.

David Ferrer necesitó tres sets y dos horas y 16 minutos de partido para sobrevivir. Ganó por 6-4, 4-6 y 6-4. En octavos se topará con el checo Tomas Berdych, octavo favorito, que se impuso al uzbeko Denis Istomin por un doble 6-3.

Previamente, Kyrgios eliminó a una de las atracciones del torneo, el suizo Stanislas Wawrinka, cuarto jugador del mundo. Dos desempates bastaron para que el espectacular jugador oceánico saldara cuentas con el helvético, con el que se ha medido cuatro veces en los últimos once meses.

Nick Kyrgios ganó por 7-6 (5) y 7-6 (3) para alcanzar por segunda vez los octavos de final de este Masters 1.000, igual que el año pasado.

El estadounidense Sam Querrey se convirtió en el próximo adversario de Rafael Nadal, en octavos, después de superar al francés Lucas Pouille (6-7 (5), 6-3 y 6-4), procedente de la fase previa.

Nadal, quinto jugador del ránking, siempre ha ganado al jugador de San Francisco, aunque la última vez que coincidieron en la pista fue en 2008. En aquel año se midieron en dos ocasiones. Una en el Abierto de Estados Unidos y otra en la eliminatoria de Copa Davis con sus respectivos países. Previamente, en 2006, se enfrentaron en el Masters 1.000 de Cincinnati.

El portugués Joao Sousa terminó con las expectativas el español Marcel Granollers (6-3 y 6-3), que tuvo un paso efímero por la Caja Mágica. Impulsado al cuadro principal como repescado desde la fase previa por la retirada del suizo Roger Federer, el español se despidió del torneo tras su primer partido.

El francés Gilles Simon, decimosexto favorito, fue el verdugo de otro jugador local, Pablo Carreño al que se impuso por 2-6, 6-3 y 6-4 antes de enfrentarse al británico Andy Murray, segundo cabeza de serie.

El cuadro femenino estuvo marcado por el abandono de uno de los principales reclamos, Victoria Azarenka. La bielorrusa anunció su decisión de no presentarse al partido de tercera ronda ante la estadounidense Louisa Chirico por problemas en la espalda y abandonar, por tanto, el torneo de Madrid.

La otrora número uno del mundo y finalista en Madrid en 2011 y 2012 explicó sus malas sensaciones comenzaron tras el primer partido ante la británica Laura Robson.

La australiana Daria Gavrilova abrió la sesión con su sorprendente triunfo ante la quinta favorita y ganadora de las ediciones de 2011 y 2015, la checa Petra Kvitova.

Simona Halep, finalista hace dos años, cumplió con su condición de cabeza de serie ante la suiza Timea Bacsinszky (6-2 y 6-3), mientras que las rumanas Irina-Camelia Begu y Sorana Cirstea se situaron en cuartos a costa de la norteamericana Christina Mchale (6-7 (6) 6-4 y 6-4) y la británica Laura Siegemund (6-4 y 7-6 (9)), respectivamente.