El duelo en el Abierto de Mallorca entre Sara Sorribes y Ana Ivanovic hará realidad el sueño de la castellonense, que busca los cuartos de final de este torneo contra quien fue su ídolo de infancia.

Cuando Ana Ivanovic ganó Roland Garros (2008), Sara Sorribes era una niña que jugaba al tenis en la consola y tenía claro a quien elegir. Siempre, su preferida era la serbia. Mañana, jueves, Sorribes jugará contra Ivanovic por una plaza en los cuartos de final del Mallorca Open, pero esta vez en la vida real.

"Me hace mucha ilusión jugar con Ivanovic", aseguró la castellonense. "Cuando estaba de moda la videoconsola Wii, ella ganó Roland Garros, yo tenía el juego de tenis y escogía siempre a Ivanovic para jugar. De hecho, ayer hablé con mi hermano y me lo dijo. Obviamente ya no jugamos, porque hemos crecido, pero es una jugadora que me encanta", dijo la 153 del ránking WTA .

"Es una motivación muy grande poder jugar en la pista central", explicó Sorribes. "Estoy en un momento en el que vengo jugando bien, con confianza. Es un partido en el que tengo que intentar seguir mejorando y trabajando en lo mío. Me toca olvidarme de la rival que tengo enfrente para poder hacer mi trabajo", añadió Sara.

En la primera ronda, Sorribes derrotó a Paula Badosa, otra de las jóvenes españolas más prometedoras, y como ella invitada especial de la organización. "No era un partido fácil para ninguna de las dos, estábamos bastante tensas al principio. A partir del 0-3, conseguí jugar muy bien y pude ganar nueve juegos seguidos. Tuve suerte de ponerme con una diferencia amplia en el segundo parcial, porque luego logré arreglarlo. Hice un gran partido, estoy contenta", recalcó. "Quiero seguir dando lo mejor de mí misma", señaló ante el duelo contra la que fue su ídolo.