El español Rafael Nadal, sexto del ránking de la ATP, confesó que a los 30 años no está obsesionado con regresar al número uno del tenis mundial porque su prioridad es ir semana a semana.

"A mi edad no lucho por el número uno; haré el calendario para llegar bien preparado a los torneos y que mi carrera sea lo más larga posible; mi gran objetivo será el torneo que dispute esa semana, no pienso aún en Roland Garros, aunque si llego bien preparado ese torneo se me da bien", señaló.

Al hablar del momento actual de su carrera, el zurdo de Manacor explicó que ya fue el mejor tenista del mundo, logró mucho más de lo pensado y ahora ve el tenis de manera diferente de cuando tenía 22 ó 23 años.

"Me quedan unos años con objetivos ambiciosos pero no tan ambiciosos como para acortar mi carrera", dijo.

Horas antes de debutar en Acapulco, el ganador de 14 Grand Slams confesó que está bien de salud, pero no puede hablar del futuro porque el año pasado sufrió lesiones cuando mejor estaba.

Al referirse a su tío y entrenador Toni Nadal, que anunció que este será el último año como jefe del equipo de Rafa, el jugador confesó que se siente mejor cuando la gente a la que quiere es feliz y si eso lo hace feliz le parece bien.

"Ha estado toda mi vida conmigo y con él la relación ha sido un poco más especial que con el resto de mis tíos porque he convivido diariamente con él y le estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí", dijo. Toni es libre, como ha sido siempre, de tomar sus propias decisiones y elegir lo que le haga más feliz", afirmó.

Al razonar sobre las posibles razones de Toni, sugirió que tal vez llegó el momento de que dedique más atención a otras de sus prioridades, la Academia y su familia.

"Tiene tres hijos, dos de ellos juegan al tenis y seguro que le gustará seguir de cerca sus evoluciones porque a él lo que le gusta es trabajar en la formación", reveló.

Nadal trabaja en Acapulco con los entrenadores Carlos Moyá y Francis Roig y al hablar de la temporada 2018 dijo que cuando se acerque hablará de ello porque no sabe si los dos estrategas estarán disponibles.

"Habrá que hablar con Francis y con Carlos. Francis también tiene una Academia y Carlos, una familia con tres hijos. No sé si necesitaré a alguien que me pueda ayudar algunas semanas pero será algo puntual", explicó.

Además de Nadal, el Abierto Mexicano contará con otros cinco de los 10 mejores tenistas del mundo, el serbio Novak Djokovic, número 2, el canadiense Milos Raonic (4), el croata Marin Cilic (7), el austríaco Dominic Thiem (8), monarca defensor, así como el belga David Goffin (10).

Al referirse a Djokovic, dijo que su presencia es una mala noticia para los demás porque se trata de uno de los contrarios más duros del circuito.

"Para el resto de jugadores que él esté siempre es una mala noticia, pero para el torneo es fantástico que tantos buenos jugadores estén en el torneo. Creo que es el año de más nivel y así lo comentamos con el director, Raúl Zurutuza", concluyó.

Nadal dijo que decidió jugar Acapulco a pesar de que se disputa sobre cancha dura, a diferencia de cuando lo ganó en 2005 y 2013, porque lo tratan bien y le sirve como adaptación para el Máster 1.000 de Indian Wells, su reto siguiente, en marzo.