La guerra entre el tenista Feliciano López y su exmujer, Alba Carrillo sigue abierta. Tras unas declaraciones explosivas de la modelo en el programa Salvame Deluxe, el toledano no ha tardado en contraatacar. A través de Antonio Rossi, colaborador de 'El programa de Ana Rosa', López asegura que la actuación de la que fue su esposa durante 11 meses le pareció "ridícula", que le había dado "mucha pena" y que era "muy penoso acabar así", en referencia a todos los secretos de alcoba que la modelo no dudó en gritar a los cuatro vientos entre sollozos.

Con misivas como "mucha caña y poca pesca", "las relaciones íntimas con él nunca han sido para tirar cohetes", "a él le importa más la cantidad que la calidad", "la primera vez fue más emocional que satisfacción sexual" Carrillo se despachó a gusto e incluso fue más allá dudando de la sexualidad de su todavía marido. "Pienso que Feli podría llegar a tener relaciones con tíos. Incluso al final de la relación me dejaba caer que podíamos llamar a alguien para que nos acompañara íntimamente". "No me ha valorado, no me quería, no me tocaba, me hizo sentir que no era atractiva… luego, con el tiempo, he entendido a qué se debía esa inapetencia. Era porque estaba con muchas otras", declaró la modelo.

El tenista aseguró que muchas de las cosas que había dicho su exmujer eran completamente falsas. "Son mentiras tan absurdas que no tienen credibilidad alguna". "El partido de mi vida ya lo he ganado quitándomela de en medio", sentenció su 'portavoz'.

Un divorcio sin firmar

Feliciano López, que ha sido eliminado en primera ronda del Abierto de Acapulco por el australiano Jordan Thompsonque, se encuentra volcado en su carrera deportiva e intenta que su imagen no se vea afectada por las "locuras de su exmujer" y su fama de mujeriego, algo que no interesa al toledano ya que podría dañar su imagen con numerosas firmas comerciales que lo patrocinan. "No habrá pacto, no pienso darle nada a Alba, ya que considero que no hay razón", insistió el deportista para ABC el pasado fin de semana.