"Estuve a punto de morir tras dar a luz a mi hija Olympia. Fue un embarazo fácil resuelto con una cesárea pero después de 24 horas tuve una embolia pulmonar", desvela Serena Williams en una carta que ella misma ha escrito para la CNN en la que habla de lo que sufrió tras el embarazo.

"Me quedé sin respiración, empecé a toser desesperadamente y la cicatriz de la cesárea se abrió. Los médicos encontraron un hematoma en mi abdomen y tuvieron que volver a operarme para ello y para evitar que pudiera tener más coágulos pulmonares. He estado seis semanas en cama", dice una Serena.