Dos títulos en dos semanas. ¿Se imaginaba un regreso así a las pistas tras tanto tiempo lesionado?

—La verdad es que no. El primer sorprendido soy yo porque aunque me encontraba bien y estaba entrenando bien, llevaba tiempo con buenas sensaciones pero una cosa es entrenar bien y otra es competir, sobre todo tras tanto tiempo.

—Y casi sin descanso, incluso con algún día con dos partidos seguidos...

—Sí, pero he hecho mucho físico, llevaba tiempo preparando lo que podía ser la vuelta a las pistas. Me faltaba probarme en la tensión de la competición, pero me ha aguantado el físico. Después de tanto tiempo parado sin competir, las ganas de jugar superan al cansancio.

—Ha ganado más títulos igual o más importantes, pero por el contexto en el que han llegado ahora estas victorias, ¿puede que hayan sido sus semanas más especiales ?

—Sí, como especiales y emotivas sí porque uno valora mucho más un torneo cuando viene de donde viene. Ganar en Villena un torneo Challenger significó mucho. Por mi trayectoria de los últimos años, fue un título muy especial y no te digo ya ganar un 250 en Marrakech porque en mi vida solo había ganado otros tres.

—¿Le sorprendió la invitación para el Mutua Madrid Open?

—Había pedido una invitación para entrar a jugar la fase previa, pero no esperaba que después de ganar el torneo, me llamara Feliciano para decirme que la organización había decidido que merecía una invitación por el nivel que estaba dando y por mi historia con las lesiones. Fue una sorpresa y es un orgullo poder jugar, por eso le mando todo mi agradecimiento a esa organización que ha pensado que me lo merezco.

—Habrá tenido infinidad de altibajos en los últimos años, pero ¿alguna vez pensó en tirar la toalla?

—Lógicamente, a veces vienen malos momentos, en los que a uno le entran dudas acerca de su futuro, pero no quería dejar el tenis con una sensación tan mala, de no poder competir sin dolor. Eso, junto al apoyo de mi mujer y que he tenido un hijo y han pasado cosas en mi vida a las que le he dado más valor que a mi lesión, me han ayudado a abrir más la mente para seguir.

—Ahora le llega otro torneo histórico como el Godó, ¿con qué expectativas lo afronta?

—Estoy un poco cansado, he tenido unas semanas con partidos duros, pero las expectativas son solo las de jugar sin dolor. Mi objetivo siempre es jugar sin dolor, no me fijo ya en ningún tipo de ranking ni nada, solo en jugar sin dolor».

—Dice que ya no se fija en el ranking, pero en dos semanas ha subido 444 puestos en la ATP. ¿No le ayuda esto a afrontar su regreso a las pistas?

—Sí, es una motivación, pero lo que voy a intentar siempre es no meterme presión con el ranking después de la historia de la que vengo. Hace unos meses no sabía si podría competir sin dolor o no y más presión que esa no necesito. Si me fijo un objetivo me meto más presión y mi prioridad no es esa.

—Después de lo que ha pasado, ¿se siente más liberado para disfrutar más de cada día de tenis?

—Sí, es un poco heavy decirlo, pero en ese aspecto, la lesión me ha venido bien porque me ha liberado a nivel mental. Al haber pasado esto, voy a tratar de no olvidar para darle valor al hecho de poder competir.

—¿Cómo vivió la Davis mientras competía en Villena?

—Fui un día a probar la tierra y me pareció un escenario magnífico, una ciudad como València merecía una Copa Davis y un torneo de buen nivel en València. Siempre hemos dado buenos jugadores, pero nos hemos quedado huérfanos después del Open. Se vio que hay ambiente y ganas de tenis en València