Paco Olmos lleva más de un mes en Valencia y desde entonces ha trabajado a diario en el nuevo proyecto del Power Electronics para la próxima temporada. Su lugar de faena no es otro que La Fonteta, casi una segunda casa para él y que en su regreso ha encontrado algunos cambios importantes. Desde el vestuario a la sala de trofeos el entrenador valenciano está con muchas ganas de sentarse otra vez en el banquillo local ´taronja´, pero antes pasa prácticamente todo el tiempo en el despacho. Su espacio personal casi no ha cambiado desde que se fue, aunque al igual que los miles de aficionados del Valencia BC lo que más le ha llamado la atención es la climatización en el pabellón, gracias a la cual ya no se repetirá el calor que vivió en la final de la ACB de la campaña 2002/03.

«Hay zonas del pabellón que han cambiado mucho como son las oficinas del club, excepto las del cuerpo técnico, pero las oficinas del Valencia BC son más modernas y con mayor funcionalidad. También ha cambiado la zona de los vestuarios, la sala de fisios, y la mejora del gimnasio. Tenemos unas instalaciones para el primer equipo que son realmente de un grandísimo nivel para poder sacar el máximo rendimiento a la plantilla. La calefacción y el aire acondicionado ha sido muy importante. Siempre recordaré el nivel de humedad y de calor que tuvimos en la final de la ACB contra el Barça. Era prácticamente imposible mantenerse sin sudar, no sólo los jugadores, hasta la propia afición también», remomora Olmos.

El entrenador valenciano detalla para SUPER las cuatro zonas en las que pasará más tiempo a lo largo de su nueva etapa, como el despacho, el vestuario, el banquillo y la sala de trofeos, a la que espera aportar uno más, al menos, en su nueva etapa en el club y que se unan a los que lucen en las vitrinas como la Copa ULEB y el subcampeonato ACB que él conquistó con el entonces Pamesa. «Intentaremos en este nuevo periplo poner algún trofeo más en esta sala, que nos llene de orgullo, no sólo a los componentes de este club si no también a los aficionados. Los trofeos son un gran recuerdo, y cuando los vemos lo que tienen que hacer es generar una motivación para poder conseguir otro»

En este período de postemporada o pretemporada, según se mire, Paco Olmos pasa la mayor parte del tiempo en el despacho, un lugar en el que le gustar estar «para la concentración, para pensar en los rivales y donde se pueden mantener a lo largo de la campaña conversaciones personales con los jugadores».

Todo lo que se ´cueza´ este verano en su despacho deberá trasladarse después al vestuario y a los partidos, en los que desde el banquillo decidirá gran parte del destino del Power Electronics. Para Olmos el vestuario es «la prolongación de la pista», un espacio que ha encontrado «muy mejorado respecto a mi antigua etapa». No obstante, aunque SUPER pudo ´colarse´ en este período de inactividad, el técnico cree que «cuanta menos gente entre será mucho mejor», ya que es un lugar «de intimidad para el equipo». Por último Olmos afirmó que cuando se siente en el banquillo siempre intentará «transmitir a los jugadores la agresividad del juego».