La historia y la Liga Endesa tienen una deuda que saldar con el Valencia Basket, una deuda que el club necesita cobrarse esta noche ante el Lagun Aro GBC. El conjunto taronja tiene ante sí la oportunidad de iluminar La Fonteta con el ansiado pase a semifinales, algo que sólo ha logrado una vez hace ya nueve años, y devolver solidez a un proyecto al que le urge mayor respaldo en forma de logros deportivos. También la afición necesita confianza y creer en lo que se está haciendo, ya que sin ellos nada de esto tendría ningún sentido.

A los aficionados, precisamente, es a los primeros que se recurre en citas vitales como esta, en la que su apoyo €al igual que en el primer encuentro€ resultará fundamenta. Esa es la ventaja de tener el factor cancha a favor, y esta vez sí hay que saber aprovecharlo. Sin presión, sin ansiedad, jugando a lo que este equipo sabe jugar y dejando las «tonterías» €como ayer comentaba De Colo€ a un lado. Será en jugadores como él, Claver, Caner-Medley o Pietrus, sobre los que recaerá el peso de hacer jugar al equipo en la dirección correcta. Su experiencia, junto con la de un Rafa Martínez aún muy lejos de su mejor forma, deben cotizar al alza en un encuentro poco propicio para debutantes. Y el Lagun Aro, no lo olvidemos, lo es.

Sin embargo, el pasado domingo en el San Sebastián Arena 2016 el cuadro donostiarra fue capaz de darle la vuelta a un partido que prácticamente tenía perdido a falta de seis minutos para el final (56-68; min. 34). Un golpe del que los taronja están obligados a reponerse en tiempo récord para poner nuevamente de manifiesto la superioridad exhibida en la mayor parte de esta eliminatoria. Para ello volverá a ser clave ´secar´ la productividad de hombres como Panko y Vidal, y multiplicarse en una pintura en la que la baja de Lishchuk y la baja forma de Ogilvy €otra vez con problemas en el tendón de Aquiles€ han complicado mucho la rotación. Recuperar a Rodrigo San Miguel, todavía falto de ritmo, es otro de los aspectos a tener en cuenta.