Sin prisa pero sin pausa. Así se mueve el Valencia Basket en el mercado a pesar de que tiene el equipo prácticamente cerrado. Algo que, todo sea dicho, le da un margen de maniobra muy importante de cara a los dos únicos movimientos que restan para poner el punto y final a la confección de la plantilla. Uno de esos movimientos es el del pívot, donde ya se ha movido ficha para intentar renovar al ucraniano Serhiy Lishchuk. Eso, sin embargo, no significa que se haya dejado de trabajar en otras opciones. El otro es el que afecta al jugador exterior, donde las cosas van todavía un poco más despacio.

Tanto que, aunque son varios los nombres que han sonado en las últimas semanas, lo cierto es que el jugador que hoy por hoy cuenta con más opciones para sumarse al nuevo proyecto tiene todavía contrato en vigor con su equipo. Nos referimos a Aaron Jackson, con el que hace unas semanas el CSKA ejerció la cláusula que le permitía prolongar su contrato una temporada más. Una decisión cuanto menos extraña ya que ahora, una vez confirmada la continuidad de Milos Teodosic en el conjunto ruso y, sobre todo, el multimillonario fichaje del exjugador taronja Nando De Colo, le genera una situación muy comprometida con Aaron Jackson y Jeremy Pargo también en el equipo para ocupar la misma posición en la pista.

En este sentido, resulta evidente que uno de los dos va a tener que salir del CSKA este verano, baza que quiere aprovechar el conjunto valenciano para firmar a Jackson a un coste mucho más asequible. Se trataría de una operación similar a la que trajo a Romain Sato a Valencia la pasada campaña procedente del Fenerbahçe, y que tanto económica como deportivamente resultó muy ventajosa para los de La Fonteta. Esto es exactamente intentar con norteamericano, que ya conoce de la propuesta valenciana a través de sus agentes.

Sin embargo, y aunque el jugador ve con muy buenos ojos la idea de jugar en el Valencia Basket, no está tan clara su salida de Rusia pues es del agrado del técnico Dimitiris Iotudis. Eso en lo deportivo, pero el tema es que en lo económico resulta más complicado para el CSKA prescindir de Pargo, cuyo contrato es de más de dos millones de euros.

Mientras la situación se clarifica en Rusia, en Valencia esperan pacientemente para abordar el fichaje de un jugador que puede jugar tanto al ´1´ como al ´2´ y que se ajusta perfectamente al perfil de jugador que Chechu Mulero anda buscando en el mercado.