Guillem Vives, base del Valencia Basket, reconoció que la lesión de Sam Van Rossom, con quien comparte la dirección del juego del equipo, les obliga a todos y también a él a aumentar su rendimiento para compensar la baja del belga, por lo que ahora le toca "dar un poco más".

"Vamos a echar mucho de menos a Sam porque estaba haciendo una temporada muy buena. Con esta lesión tenemos que dar todos un pasito más, no sólo los bases", explicó en declaraciones facilitadas por el club.

El catalán aseguró que cree que debe ayudar al equipo como base para que cuando esté en la pista los compañeros tengan seguridad y confianza en él y que el equipo juegue bien.

Vives ya completó una buena actuación el pasado jueves en la pista del Olympiacos, donde el equipo español rozó el triunfo. "La imagen que dimos en Atenas fue buena y al final por pequeñas cosas no pudo ser", lamentó.

El base espera que puedan resarcirse el domingo ante el Unicaja en la ACB en un choque en el que confía en que puedan "competir los cuarenta minutos" y en el que si pueden estar por delante en el marcador, "mucho mejor".

Vives advirtió de que el Unicaja está jugando muy bien, sólo ha perdido un partido en la Liga Endesa y es un rival muy duro ante el que deben sacar el partido porque juegan en casa.

El jugador catalán cree que el Unicaja ha consolidado su proyecto de la mano del técnico Joan Plaza. "Tienen un equipo muy completo, donde todo el mundo sabe su rol. Son un equipo muy serio, que sí no haces bien las cosas te pasan por encima", destacó.

"Tenemos que imponer un ritmo alto de juego, buscar canastas rápidas y fáciles. Y en defensa marcar un listón muy alto para que no se sientan cómodos y así tendremos muchas posibilidades de ganar", auguró.