El Valencia Basket saltó a la pista dispuesto a finiquitar la eliminatoria por la vía rápida. El mensaje de Carles Duran en la previa caló en la plantilla, que a pesar de los 22 puntos de renta del encuentro de ida, fue a por todas en el encuentro desde el salto inicial. Bien plantados en defensa, y de la mano de un Pablo Aguilar espectacular en ataque (9 puntos en cuatro minutos), los de La Fonteta pronto dejaron claro al Bayern Múnich que no tenía ninguna opción de remontada (6-14; min. 4).

Algo en lo que también resultaría clave el regreso de Sam Van Rossom al equipo. Su clarividencia en la dirección desembocó en una buena circulación de balón y una selección de tiro casi perfecta, que se tradujo en unos elevados porcentajes de acierto en la primera parte (11-24; min. 8). A Pesic, pese al amago de reacción con Anton Gavel, no le quedó más remedio que parar el encuentro por segunda vez para demandar una mayor intensidad defensiva a sus hombres. "24 puntos, 24 puntos", repetía una y otra vez el técnico serbio en referencia a los puntos encajados por el Bayern en apenas 8 minutos.

La arenga le sirvió de muy poco al preparador del conjunto germano, que vio como su equipo se hundía más y más camino del descanso. Algo directamente proporcional al buen juego del Valencia Basket, que dio la sensación de tenerles completamente tomada la medida (26-43; min. 16). El Bayern, sin soluciones, sin una propuesta clara de juego y con todas la vías hacia la canasta taronja cerradas, únicamente encontró algo de oxígeno desde la línea de tiros libres. Y ni por esas. De hecho, sólo algunos errores de los valencianos en los ataques finales evitaron que el encuentro se fuera al descanso con un marcador mucho más escandaloso (31-50; min. 20). Y es que tal era la superioridad que incluso el canterano David Guardia tuvo la oportunidad de saltar a la pista treinta segundos antes de que ambos equipos se retirasen a los vestuarios.

La decoración apenas varió tras la reanudación. El partido y el cruce estaban decididos, por lo que la segunda parte apenas sirvió para prolongar la agonía de un Bayern Múnich que ni tan siquiera fue capaz de lavar su imagen en esos minutos. El rostro de Pesic era un poema, incapaz de hacer reaccionar a un equipo irreconocible en la eliminatoria. Algo que se debió en gran parte al rendimiento de un Valencia Basket, que encaró el último acto casi 30 puntos arriba en el partido (41-70; min. 30).

Barrera que se rebasaría de sobra en el cuarto cuarto -se llegó a ganar por 39 punto de diferencia (47-86; min.35)- y que también permitió a Carles Duran dosificar los minutos entre su plantilla. Es más, David Guardia jugó prácticamente todo el cuarto e incluso pudo estrenar su casillero tras una gran asistencia de Nedovic (50-88; min. 37). La canasta del alero de Burjassot fue la guinda a otra noche mágica de los valencianos en Europa. Al final 60-94 y más que merecido billete a cuartos de final donde espera ya por segundo año consecutivo el Khimki de Víctor Claver, que no podrá jugar al no estar inscrito en competición europea.

Ficha técnica:

60.- FC Bayern Múnich (20+11+10+19): Gavel (14), Schaffartzic (-) Taylor (4), Stimac (-), Jagla (4) -cinco titular- Micic (8), Staiger (2), Benzing (-), Zipser (13), Savanovic (4) y Bryant (11).

94.- Valencia Basket (28+22+20+24): Van Rossom (8), Rafa Martínez (6), Sato (4), Aguilar (14), Dubljevic (16) -cinco titular- Ribas (13), Nedovic (11) Lucic (5), Vives (9) y Loncar (6) y Guardia (2).

Árbitros: Ziemblicki (POL), Gkonatas (GRE) y Zashchuk (UKR).

Incidencias: Partido de vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Eurocopa disputado en el Audi Dome ante 5056 espectadores.

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