El Valencia Basket, tras quedar eliminado el pasado miércoles de la Eurocopa, visita este domingo la pista del Laboral Kutxa en busca de un triunfo reparador en Vitoria que le permita superar esa derrota e iniciar con buen pie una etapa en la que estará centrado exclusivamente en la Liga.

En cambio, el equipo vasco, tras protagonizar una brillante recuperación, mantiene aún algunas opciones de alcanzar los cuartos de final de la Euroliga, pese a su derrota del pasado jueves en la pista del Armani Milan, en la que además perdió por lesión a Davis Bertans, cuya baja se unirá a la del sancionado Toko Shengelia.

El choque es también un duelo directo pues ambos equipos comparten balance de catorce triunfos y once derrotas y el objetivo de tratar de alcanzar al menos la quinta plaza al finalizar la fase regular del campeonato.

Dada la igualdad actual entre ambos equipos el 'basket average' particular también será un factor importante y el Valencia parte con clara ventaja pues se impuso en el encuentro que ambos disputaron en la Fonteta en la primera vuelta por quince puntos (85-70).

Sin embargo, el encuentro que ambos equipos disputaron en el Fernando Buesa Arena en la Euroliga, los locales se llevaron el triunfo por 93-89 y dejaron al Valencia sin opciones de pasar a la siguiente fase de la competición.

El conjunto de Carles Duran afronta esta cita tras su dolorosa derrota en la pista del Khimki en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Eurocopa pero también tras su brillante victoria liguera ante el FC Barcelona el pasado domingo, cuando firmó uno de sus mejores partidos de la temporada.

Una de las diferencias entre ambos encuentros fue la ausencia en el segundo de Sam Van Rossom, que se lesionó en el tramo final del partido ante el conjunto catalán y que tampoco estará presente en el duelo de mañana en Vitoria.

La ausencia del base supone un importante obstáculo para el equipo de Duran pues es uno de los motores de su juego. Su baja dejará la dirección del equipo en manos de Guillem Vives y Nemanja Nedovic, que además es duda por un golpe por lo que el joven Pablo Pérez ha entrado en la convocatoria.

El técnico catalán podría empezar a darle minutos al pívot ucraniano Serhiy Lishchuk, que ya lleva varias días ejercitándose al mismo nivel que sus compañeros y que ha entrado en las dos últimas convocatorias.