El Valencia Basket compitió de tú a tú ante el campeón de la Euroliga en un encuentro en el que el diferente criterio arbitral en el último cuarto, cuando el equilibrio era máximo, resultó clave. Hasta ese momento, pese a los errores en forma de pérdidas y su paupérrimo porcentaje desde el 6,75 en tiros casi siempre librados, el conjunto taronja estuvo siempre en partido y con claras opciones de victoria (59-57; min. 30).

Pero a igual intensidad, dureza y contacto, el equipo valenciano lanzó sólo 12 tiros libres por 26 del Real Madrid. Diferencia que al final acabó resultando determinante y que en el tramo final descentró a un Valencia Basket que, por actitud y potencial, mereció un mayor respeto en el Palacio de los Deportes.

Es por ello que, tras el enorme esfuerzo realizado en la cancha, la indignación en el equipo estaba más que justificada al final del choque. Y eso que Carles Duran, en la rueda de prensa posterior, lo primero que hizo fue autocrítica. Un gesto que le honra pese a que no le quedó más remedio que reconocer que «no consigo que mi equipo tire tiros libres». Mensaje directo a unos colegiados que anoche no estuvieron a la altura de las circunstancias.

Por si fuera poco, y al margen de la derrota en este primer encuentro de la serie de semifinales ante el Real Madrid, el partido también dejó otros efectos secundarios mucho más difíciles de digerir. Por un la lado los problemas en los isquiotibiales de la pierna derecha de Pau Ribas, cuyo rostro al final del encuentro no hacían presagiar nada positivo cuando Sergio Rodríguez le preguntaba por su estado. Y por otro, a falta de 25 segundos para la conclusión del choque, la lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda de Kresimir Loncar. En este sentido, aunque habrá que esperar a las pruebas que les realizarán hoy en Madrid, la participación de ambos este domingo en el segundo encuentro parece muy complicada. Sobre todo en el caso del pívot croata, que podría incluso perderse lo que resta de temporada.

En cuanto a lo que fue el partido, la primera parte estuvo marcada por la pegada de un Real Madrid que se fue al descanso diez puntos arriba (46-36; min. 20). Aún así, las sensaciones no eran nada malas en el bando taronja pues prácticamente todos los hombres estaban aportando. Sólo faltaba afinar un poco la puntería, evitar las pérdidas e intentar controlar desde la defensa esas rachas ofensivas de los de Pablo Laso que, a la postre, habían propiciado ese desequilibrio tras el segundo cuarto.

Los valencianos regresaron de los vestuarios dispuesto a corregir esas deficiencias y, con una gran defensa, comenzaron a crecer en ataque. La dirección de Sam Van Rossom, junto al empuje de Lucic y Lishchuk, propiciaron un parcial de 2-12 que dejaron el partido en tablas en apenas seis minutos (48-48; min. 26). Lástima que los triples continuaran sin llegar, lo que permitió al Real Madrid mantener el tipo gracias al tiro libre (59-57; min. 30). En el último cuarto los locales despertaron de la mano de Sergio Rodríguez, Nocioni y unos árbitros que no midieron igual los contactos en una y otra canasta. Esto último acabó siendo definitivo.

- Ficha técnica:

81 - Real Madrid (25+21+13+22): Rivers (2), Rudy (18), Reyes (15), Ayón (5) y Llull (14) -equipo inicial-, Rodríguez (9), Nocioni (11), Maciulis (3), Carroll (2), Mejri (2) y Slaughter.

71 - Valencia (20+16+21+14): Van Rossom (7), Sato, Aguilar (2), Martínez (2) y Lishchuk (12) -equipo inicial-, Ribas (3), Nedovic (1), Dubljevic (11), Vives (6), Loncar (15), Lucic (8) y Harangody (4).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Emilio Pérez y Jorge Martínez. Sin eliminados.

Incidencias: Primer partido del 'play-off' de semifinales de Liga disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard Center) ante 9.760 espectadores.