Nunca ha estado solo, pero en una cita tan importante como la de estas semifinales todavía menos. La Fonteta se prepara para dos noches grandes, dos encuentros en los que el Valencia Basket necesitará del empuje y la fuerza de todo su entorno para seguir poniéndole las cosas muy difíciles al todopoderoso Real Madrid en este play-off.

La afición, después de la heroica victoria del pasado domingo, ha captado el mensaje y, tras colgar el cartel de ´no hay billetes´, convertirá la grada en una auténtica olla a presión con el objetivo de decantar una eliminatoria en la que ahora son los taronja los que cuentan con el factor campo a favor. Algo que, por otra parte, habrá que ver hasta que punto es beneficioso para ellos pues el equipo de Carles Duran ha perdido los dos últimos encuentros disputados ante su público„ ambos frente al Bilbao Basket„ e incluso acabó silbado entonces por un sector del pabellón.

En este sentido, el técnico catalán reconoció que el equipo jugaba en casa con cierta ansiedad por intentar agradar a la afición, y que eso derivaba en una especie de bloqueo mental cuando las cosas no salían bien. Circunstancia que está obligado a corregir si quiere continuar haciendo historia en un club al que, en estas eliminatorias por el título de la Liga Endesa, está devolviendo la confianza depositada en él hace cuatro meses. Y no sólo eso, sino también la fe en una plantilla y un proyecto que, hace apenas unas semanas, muchos daban ya por muerto y finiquitado.

Pero si hay que morir, el Valencia Basket y esta plantilla han dejado claro que lo van a hacer con las botas puestas. La Cultura del Esfuerzo ha regresado en el play-off, y parece que en esa ocasión para quedarse hasta el final. Ahí es donde quiere llegar precisamente el equipo, a la final, aunque para ello tengan que eliminar al reciente campeón de la Euroliga, y también de la Copa del Rey y la Supercopa.

Un rival en el que sobra palmarés, medallas y galones, que le dobla en presupuesto pero al que los valencianos demostraron en los dos primeros encuentros de la serie en el Barclaycard Center que tendrán que hacer mucho más si quieren arrebatarles esta oportunidad. Sobre todo en defensa, donde Pablo Laso reconoció que su equipo cometió graves errores en la derrota del pasado domingo. Errores que también tuvieron el jueves, pese a que ahí el desacierto del Valencia Basket desde el 6,75 y el diferente criterio arbitral les permitió salvar los muebles.

Además, da la sensación de que el Real Madrid ha llegado castigado físicamente a este tramo final de temporada, factor que ha desembocado en una serie más equilibrada de lo esperado y en la que los detalles serán clave. Ahí es donde el Valencia Basket debería hacerse más fuerte en casa y con los suyos.