Con el dolor de la eliminación aún presente y con la reclamación al TAD pendiente para los próximos días, la plantilla y el cuerpo técnico del Valencia Basket despidieron la temporada con una cena en el Restaurante Mas Blayet, próximo a la Fonteta. Una última ocasión para estar todos juntos antes de las vacaciones, ya que unos se van en breve hacia sus países o ciudades de origen e incluso alguno de ellos pueden no volver a vestir la camiseta taronja.

Pero antes de que el club empiece a concretar las llegadas y las salidas, la prioridad ahora mismo pasa por decidir quién se sentará el próximo año en el banquillo del Valencia Basket, ya que aunque el club ha estudiado desde hace meses las opciones de fichar a entrenadores como Pedro Martínez, Sito Alonso o Sasa Obradovic, el buen play-off hecho por los de Duran a pesar de la derrota contra el Real Madrid, ha hecho que el club se tome unos días para tomar una decisión sobre la propuesta que le plantearán al técnico catalán.

De momento, Duran ha dejado buen sabor de boca entre los aficionados, tal y como demuestra la encuesta de SUPER, en la que dos de cada tres seguidores (66%) son partidarios de que el club le mantenga como primer entrenador la próxima temporada.

El club, por su parte, valoraba muy seriamente la opción de ofrecerle continuar ligado al Valencia Basket como segundo técnico, con el rol con el que fue fichado el pasado verano para acompañar a Perasovic, cuando Chechu Mulero se hizo cargo de la secretaría técnica del club tras la marcha de Toni Muedra.

Una idea que en principio no es del agrado de Duran, ya que una vez se ha probado como primer técnico de un equipo de la Liga Endesa, prefiere seguir en el primer plano con la responsabilidad de primer entrenador, obviamente con el Valencia Basket como primera opción, pero sin descartar buscarse una salida en caso de no recibir esta propuesta.

Una vez tomada la decisión, el club activará el resto de operaciones de entradas y salidas, aunque muy probablemente la primera sea la confirmación del adiós de Lischuk después de seis temporadas defendiendo los colores del Valencia BC. El ucraniano, de hecho, ya recibió el calor de aficionados y compañeros tras el último partido ante el Real Madrid ante su más que previsible adiós.