Las salidas de Serhiy Lishchuk y Luke Harangody anunciadas ayer por el Valencia Basket es muy probable que no sean las últimas del verano en el conjunto taronja. De momento, y con la desvinculación de Pablo Aguilar y Kresimir Loncar ya también definidas desde la pasada semana, son ya cuatro las bajas confirmadas en la actual plantilla de cara a la próxima temporada. Bajas que podrían aumentar dependiendo de lo que suceda finalmente con Pau Ribas, cuya renovación continúa en punto muerto, y también con Nemanja Nedovic.

Al base serbio le resta una temporada de contrato garantizada en el Valencia Basket, y ese básicamente es el motivo por el que el club no ha podido, por el momento, desprenderse de él. De hacerlo en estas condiciones debería hacerse cargo integramente de una importante ficha, la cual abonaría sin poder contar además con el jugador en el equipo. Y eso es algo que la entidad taronja no está dispuesta a asumir.

Otra cosa diferente es si el jugador llega al Valencia Basket con una buena oferta y es él quién pide salir. Ahí ya todo cambiaría pues sería el propio Valencia Basket el que le abriría las puertas de par en par sin ningún problema. Dicho de otra forma, el club ya se ha reunido con los agentes de Nedovic para pedirles que valoren las opciones que ofrezca el mercado con un único objetivo. Objetivo que pasa por buscar una salida al jugador este mismo verano.

Es por ello que, si en las próximas semanas llega una propuesta interesante por Nedovic, éste abandonará con total seguridad la disciplina del Valencia Basket. Por contra, si las ofertas que recibe no cumplen sus expectativas, los de La Fonteta no tendrán más remedio que cargar con el jugador la próxima campaña.

Un jugador que, pese a llegar desde la NBA con muy buenas referencias e incluso con aureola de ´estrella´ en Europa, no ha cumplido ni de lejos con las expectativas en el equipo valenciano. Su falta de adaptación al juego del viejo continente después de su etapa en Golden State Warriors y su irregularidad en la pista han sido un talón de Aquiles a lo largo de los meses que ha permanecido en Valencia.

Nedovic llegó en noviembre para suplir la marcha de Dwight Buycks y, aunque se esperaba que con él el equipo diera un salto de calidad y elevará su nivel de competitividad, lo cierto es que nada de eso llegó a producirse. Es más, pese a sus puntuales detalles de calidad y condiciones físicas, tanto su rol dentro de la rotación como sus números resultaron muy discretos.