El futuro de Ribas era hasta ahora la gran preocupación del Valencia Basket de cara a la próxima temporada al margen de la necesidad de fichar cuatro interiores para acompañar a DubljevicDubljevic, pero a las dudas sobre la permanencia o no del catalán se suma ahora el interés del Real Madrid por Van Rossom, que se añade a su vez al interés del Barcelona por ambos jugadores.

La posible salida de Sergio Llull y Sergio Rodríguez rumbo a la NBA y el hecho de que Jayson Granger esté atado ya por el Anadolu Efes hacen que el Real Madrid se vea obligado a reaccionar en el mercado para cubrirse las espaldas y es ahí donde Van Rossom es una de sus prioridades para el juego exterior.

Y es que aunque el base belga tiene contrato con el Valencia Basket hasta 2017 y aseguró recientemente tener intención de cumplirlo, nunca ha ocultado tampoco la posibilidad de cambiar de aires en caso de llegar una oferta irrechazable tanto para él como para el club taronja.

Eso sí, el Valencia Basket y su nuevo entrenador, Pedro Martínez, cuentan con Sam y con Ribas para su próximo proyecto y va a pelear hasta el final por mantener a ambos en la plantilla a pesar de que el caso de Pau Ribas es más complicado por el hecho de acabar contrato. Van Rossom, sin embargo, sabe que solo podrá salir si paga su cláusula de rescisión, próxima al millón de euros para clubes españoles y de prácticamente la mitad para los clubes extranjeros.

Un blindaje para la ACB que sin embargo podría ser insuficiente si el Barcelona apuesta definitivamente por él para cubrir la salida de Marcelinho o si el Madrid recauda lo suficiente con las salidas para hacer una apuesta fuerte para su posición.

En el caso de Pau Ribas, por su parte, el Valencia Basket está a la espera de que el jugador decida si acepta o no su última oferta de renovación, pero el club también tiene claro que incluirá al escolta en la lista de jugadores sometidos a derecho de tanteo para apurar hasta el final las opciones de contar con él si antes no llegan a un acuerdo.

El Valencia tendrá que cumplir el trámite de presentar una oferta por él que según el convenio colectivo debe ser de "una retribución anual equivalente al 75% del valor monetarizado de su última retribución percibida".

Una cantidad que ya superan las ofertas que el club le presentó y que por tanto no supondrá ningún obstáculo. A partir de ahí, la previsión es que los clubes tengan tres días, entre el 4 y el 7 de julio, para presentar a los jugadores a los que quieren retener y con los que no han llegado a un acuerdo. En ese momento, los jugadores inscritos podrán presentar una única propuesta de otro club, y si la entidad de origen la iguala, logrará retener al jugador con ese mismo contrato ofrecido.

Una posibilidad que permite ganar tiempo al Valencia Basket para, en función de la evolución del mercado, los posibles sustitutos y las entradas y salidas, valorar si pueden aumentar su propuesta para retener a Pau.

El Valencia Basket, sin embargo, estaría más desprotegido en el caso de que fueran clubes extranjeros los que pujaran por Ribas y Sam, ya que en el caso del primero ya no valdría la opción del derecho de tanteo y en el caso del segundo la cláusula es inferior.