Luke Sikma, Justin Hamilton y John Surna. Tres estadounidenses acompañarán a Dubljevic en la pintura a falta de la llegada de un último interior nacional que cubra el mínimo de cupos que marca la reglamentación. Un hecho que dará un marcado sello USA al equipo y que solo se ha repetido en dos ocasiones desde que la ACB limitó a dos el número de jugadores extracomunitarios hace ya 17 años.

La última ocasión en la que el Valencia Basket arrancó la temporada con tres jugadores nacidos en Estados Unidos fue en la temporada 2007-08, con Shammond Williams, Rubén Douglas y Fred House, pero solo hay un precedente con tres interiores estadounidenses en la plantilla al inicio de una temporada, en la campaña 2001-02 con la presencia de Bernard Hopkins, Derrick Alston y Brian Clifford —que jugó con pasaporte irlandés—.

Esa fue la única temporada en la que el Valencia Basket llegó a tener hasta a cuatro jugadores americanos juntos en la plantilla y cinco en el total de la temporada, ya que en aquel equipo también estuvieron en diferentes meses Dante Calabria —nacido en Pennsylvania pese a jugar como italiano— y el alero Casey Schmidt —con pasaporte alemán pese a nacer en Cook (Illinois)—.

En los últimos años ha habido también momentos puntuales en los que han coincidido tres jugadores nacidos en Estados Unidos fruto de los fichajes de temporeros y de los cambios a lo largo de las campañas, como ocurrió con James Augustine, Richardson y Omar Cook —con pasaporte montenegrino— y más recientemente con el MVP Justin Doellman, Thomas Kelati —pasaporte polaco— y Jason Robinson.

En el Valencia Basket actual, las dobles nacionalidades han facilitado también el fichaje de dos de los estadounidenses, ya que Justin Hamilton posee la nacionalidad croata por parte de su madre y John Surna tiene pasaporte lituano por sus raíces en el país báltico. Luke Sikma es, por tanto, el único estadounidense sin pasaporte europeo, lo que deja una puerta abierta a un nuevo fichaje extranjero si a lo largo de la temporada hay cambios en la confección de la plantilla por la salida de algún jugador.

Dubljevic, por tanto, es de momento el único pívot no estadounidense en la plantilla y además el único con años de experiencia en el club, ya que el Valencia Basket optó por no renovar los contratos de Luke Harangody, Pablo Aguilar, Serhiy Lishchuk y el croata Kresimir Loncar.

Sin prisas con el cupo

A pesar de que aún falta un último jugador interior para cerrar la plantilla y de la necesidad de que sea un pívot nacional o formado en España, la dirección deportiva del club taronja no tiene ya prisa en cerrar esa última incorporación, ya que consideran que lo más complicado ya está hecho y que el último jugador en llegar tendrá un rol menos importante en la rotación que el del resto de interiores.

De hecho, el perfil del jugador que busca el Valencia Basket es el de un veterano que asuma el rol de suplente, que pueda dar calidad a los entrenamientos y que tenga la experiencia y calidad suficiente para ayudar en momentos concretos de los partidos o cuando lleguen las bajas por lesiones.