Muchos e importantes cambios son los que se avecinan este verano en la plantilla del Valencia Basket, sobre todo en una pintura en la que sólo Bojan Dubljevic tiene la continuidad asegurada. Es más, de momento el club ya ha hecho oficial la desvinculación de dos de sus jugadores interiores, Pablo Aguilar y Kresimir Loncar. En ambos casos la entidad taronja decidió no hacer efectiva la cláusula de ampliación de su contrato, por lo que los dos jugadores quedaron ayer libres para buscar un nuevo destino.

A través de un comunicado, el club quiso «agradecer la profesionalidad y el trabajo realizado por Aguilar y Loncar durante el tiempo que han defendido la camiseta taronja, y les desea lo mejor en su futuro, tanto a nivel profesional como personal». Aguilar llegó a la entidad taronja en verano de 2013 procedente del CAI Zaragoza y formó parte de la plantilla que la temporada pasada consiguió el récord de victorias del club en la Liga Regular y se proclamó campeón de la Eurocup 2014. Ese primer año los problemas con las lesiones le impidieron rendir como de él se esperaba, algo que también ha sucedido en esta campaña en la que los altibajos en su rendimiento han sido una constante. El jugador andaluz ha defendido la camiseta del Valencia Basket en 91 ocasiones, con un promedio de 5,4 puntos y 3 rebotes por encuentro.

En cuanto a Kresimir Loncar fue una de las cuatro incorporaciones que llegaron el pasado verano para apuntalar la plantilla taronja procedente del Khimki ruso. Su experiencia y talento se antojaba fundamental, pero a lo largo de la temporada ha demostrado estar por debajo de las expectativas. En total ha disputado 57 partidos en las cinco competiciones en las que ha participado el Valencia Basket, con una media de 7,9 puntos y 2,7 rebotes.

Ambas salidas se unirán en breve a la de otro jugador interior, Serhiy Lishchuk, que se anunciará en los próximos días. Sus problemas físicos de las últimas dos temporadas han llevado a tomar la dolorosa decisión de no volver a renovar al pívot ucraniano. El riesgo es demasiado alto pese a que, desde un punto de vista sentimental, lo merecía todo. Precisamente por eso el Valencia Basket tiene previsto organizar un acto para que Lishchuk, actual segundo capitán del equipo, pueda despedirse en condiciones después de seis temporadas defendiendo la elástica taronja. No obstante, la salida del ucraniano podría no ser la última dentro del juego interior de los de La Fonteta.

Y es que la continuidad o no de Luke Harangody está también en el aire. Al igual que en los casos de Aguilar y Loncar -y también de Lucic- tanto el club como el jugador pueden ejecutar una opción con la que rescindir el año de contrato que les resta. De ser así, el Valencia Basket debería acudir al mercado para cubrir cuatro de sus cinco posiciones interiores. Una auténtica revolución que podría salpicar también a algunas posiciones del perímetro.