Sam Van Rossom vuelve a casa y antes de subirse al avión, ha admitido que "siempre es especial y bonito para mí jugar en Bélgica", donde se medirán al Spirou Charleroi en la quinta jornada de la Eurocup con las bajas de Dubljevic y Romain Sato.

A pesar de las cuatro derrotas que suma el rival, no se fía y espera un partido complicado. "No creo que nos espere un partido fácil, se lo juegan todo porque van 0-4, va a ser un partido bastante duro y tendremos que trabajar mucho. Además, creo que han perdido cuatro partidos, pero tres de ellos de dos o tres puntos y uno después de prórroga. Podrían haber ganado varios partidos fácilmente. Les ha faltado un poco de suerte, pero tienen jugadores de calidad como los hermanos Baron y tendremos que pararles".

Por otra parte, del regreso de Antoine Diot destacó que "me alegro mucho por Diot porque es nuevo en el equipo y ha llegado lesionado. No era una noticia muy agradable y espero que pueda coger el ritmo de partidos lo más rápido posible".