El base del Valencia Basket, Sam Van Rossom, confesó sentirse "mejor" del esguince de rodilla que sufrió hace diez días pero dijo que debe ir "poco a poco. Con esta lesión hay que tener un poco de paciencia y ver como evoluciona todo. Debemos ir paso a paso".

En este sentido, el base belga no pone fecha a un posible regreso ya que "aún no hay nada previsto, según la evolución veremos cuando empiezo a entrenar con el equipo". No obstante, reconoció estar feliz porque pensaba que la lesión podía haber sido mucho peor. "Cuando se produjo la acción la cosa no pintaba muy bien. Cuando note el chasquido dentro de mi rodilla no estaba muy tranquilo pero bueno, dentro de lo malo los resultados de las pruebas salieron bastante bien",dijo. "Fue entonces cuando respiré tranquilo. Podía haber sido algo mucho peor y al ser tsólo esto me sentí muy contento", insistió.

Respecto a sus compañeros en el puesto de base, Antoine Diot y Guillem Vives, dijo del primero que cree que "tiene mucha calidad tanto como en el puesto de escolta como en el de base. Yo ya he jugado muchas veces contra él con la selección, donde sólo juega de base con Francia, y creo que tiene todo para ser un buen base. Veremos como evoluciona pero está haciendo un buen trabajo".

De Vives destacó que "es normal que siga mejorando. Es un jugador joven que está creciendo. Está en muy buena línea, igual que todo el equipo, todo está saliendo bien y espero que podamos seguir así".

El base belga realizó estas declaraciones tras asistir a la entrega al colegio San Juan de Ribera de Burjassot de uno de los dieciocho juegos de canastas que se repartirán en los próximos días gracias a un programa impulsado por la federación y la Fundación Trinidad Alfonso y en el que colabora el Valencia Basket. "Es un proyecto muy bonito, que se regalen canastas a los coles, y espero que disfruten mucho de las canastas y que se entrenen mucho", concluyó.